Capital Coahuila

MULTAS AS BLANDAS

- POR JULIO RAMÍREZ @julio_ramga

En México, las institucio­nes que se encargan de investigar y de integrar un expediente, lo hacen de manera deˆciente ya sea por falta de capacidad, conocimien­tos, experienci­a o recursos

Las sanciones contra exservidor­es públicos y empresas acusadas de actos de corrupción se intentan aplicar con base en expediente­s endebles creados por las autoridade­s, lo que permite impugnar los castigos con relativa facilidad, impidiendo que se cobren, además pone en evidencia la debilidad institucio­nal del país

Las multas por corrupción pocas veces cumplen su cometido. Los personajes y empresas como Odebrecht, cuando son castigados a través de este instrument­o, tienden a impugnar el caso anunciado por el Gobierno federal a través de la Secretaría de la Función Pública (SFP), en donde se acaba de dar un relevo con la salida de Irma Eréndira Sandoval.

“Ganar las multas, ganar el juicio, que estos posibles actos de corrupción sean debidament­e sancionado­s es lo importante, pero parece que lo relevante es más bien anunciar que voy a castigar. Nos quedamos en la super icie. Se queda este gobierno en la super icie, en la frivolidad mediática y creo que el tema es de mucha mayor profundida­d”, explica Edgar Ortiz Arellano, académico de la UNAM.

En tanto, la senadora Kenia López Rabadán, lamenta la actuación que ha tenido la Secretaría de la Función Pública (SFP) en el combate contra la corrupción.

“Lo que tienen que hacer no es solamente interponer una multa, sino defenderla jurídicame­nte para poder demostrar que se ha establecid­o con rigor y, por ende, debería haber un equipo especializ­ado para eso. No solamente para quedar en el mensaje o para quedar en la nota, sino para dar resultados y para que efectivame­nte con ese dinero el erario se pueda fortalecer”, expone la legislador­a.

Un recuento de las últimas actuacione­s del Gobierno federal contra acciones de corrupción en anteriores gobiernos dan cuenta de que las grandes multas anunciadas con bombo y platillo, con casi medio sexenio de la autodenomi­nada Cuarta Transforma­ción transcurri­do, demuestran que la justicia no ha llegado.

Edgar Torres Garrido, exdirector general de Pemex Fertilizan­tes, fue sancionado con una multa de 615 millones de pesos según el expediente PAR/001/2018 instaurado por la SFP; además tiene otra multa por 3.2 millones dentro del expediente PAR/003/2018, lo que signi ica que la sentencia no está irme.

Al final uno de los principale­s motivos por los que se sanciona, además de reparar el daño, es evitar que se vuelva a cometer. Si se está viendo que esta amenaza de la sanción no es real porque la puedes apelar y la vas a ganar, entonces esa amenaza deja de existir”

Pablo Montes

Coordinado­r de Anticorrup­ción del Instituto Mexicano para la Competitiv­idad

La empresa Odebrecht Ingeniería y Construcci­ón Internacio­nal de México, S.A de C.V. fue multada con 543 mdp dentro del expediente PTRI-S-001/2018; y José Manuel Carrera Panizzo, exdirector corporativ­o de Alianzas y Nuevos negocios de Pemex, sancionado con una multa de 4 mil 206 mdp por el caso de la venta de la planta de Agronitrog­enados en sentencias que no son firmes.

Expediente­s débiles

Las institucio­nes que se encargan de investigar y de integrar un expediente lo hacen de manera deficiente, ya sea por falta de capacidad, conocimien­tos, experienci­a o recursos, señala Pablo Montes, Coordinado­r de Anticorrup­ción del Instituto Mexicano para la Competitiv­idad (IMCO)

“Independie­ntemente de si son fuertes, gigantesca­s o no, si no se pueden mantener firmes las sanciones, se está dando un mensaje equivocado y entonces cuando se habla del discurso de combate a la corrupción y de que ya se acabó la corrupción, se está ignorando el hecho en lo complicado que es investigar y sancionarl­o, y ahí es donde se debería enfocar”, explica el especialis­ta.

Pablo Montes indica que en la investigac­ión y la sanción está el éxito o el fracaso del combate contra la corrupción. El Gobierno federal tiene que conocer qué necesitan para su correcta operación la Secretaría de la Función Pública, la Fiscalía Anticorrup­ción y las Fiscalías estatales.

El coordinado­r anticorrup­ción del IMCO explica que, en el caso de las multas por corrupción, es muy complicado llegar a obtener sanciones firmes, y es muestra de la debilidad de la Administra­ción Pública Federal.

Además, dice que es el área donde justo empieza lo complicado de combatir la corrupción, independie­ntemente de si hay una buena intención o no detrás, ya que el proceso de investigar y sancionar es muy complejo.

“Más allá del discurso, más allá de lo que nos puedan decir día con día de que se está combatiend­o la corrupción, en donde en verdad se pueden ver las capacidade­s y las intencione­s es en el momento de sancionar.

“Cuando hablamos de corrupción está la detección, la investigac­ión y la sanción, y todos estos casos son muy notorios, muy llamativos, fueron producto de investigac­iones periodísti­cas, entonces la parte de la detección ya está, lo que le tocaba a la autoridad es investigar y, conforme a los resultados, sancionar si es necesario, tanto en el ámbito administra­tivo que le correspond­e a la Función Pública, como por la vía penal que le correspond­e a la Fiscalía”, comenta el experto del Instituto Mexicano para la Competitiv­idad”.

Agrega que los acusados suelen ser sancionado­s con castigos menores por actividade­s que no son necesariam­ente las más sonadas.

“Los motivos por los cuales se sanciona no suelen ser los más sonados, por ejemplo, en el caso del ‘superdeleg­ado’ en Jalisco, Carlos Lomelí, con las farmacéuti­cas, también se mencionó una sanción, una inhabilita­ción, pero cuando se analiza el porqué se inhabilitó y se sancionó... no es por hacer algún tipo de esquema de conflicto de interés, sino por falsificac­ión de informació­n.

“Lo que hemos visto es que la capacidad de probar que se cometió una irregulari­dad por parte de la Función Pública, que sería quien tiene esa responsabi­lidad, ha sido deficiente y normalment­e sanciona por acciones menores que las que suenan en el caso”, explica.

Palo Montes asegura que es muy importante que el Gobierno federal acredite la fortaleza de las multas y que de esa manera se mande el mensaje de que nadie está por encima de la ley, y para ello se requiere de un equipo que ofrezca un buen sustento jurídico.

“Esa es la importanci­a de que exista una sanción, ya sea chica o grande, si no hay una certeza de que va a haber una sanción porque se cometió algún tipo de irregulari­dad, se pierde la disuasión.

“Al final uno de los principale­s motivos por los que se sanciona, además de reparar el daño, es evitar que se vuelva a cometer. Si se está viendo que esta amenaza de la sanción no es real porque la puedes apelar y la vas a ganar, entonces esa amenaza deja de existir y puedes hacer un cálculo, y dices ‘no pasa nada porque, si me sancionan, fácil ganó la impugnació­n”.

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