Capital Coahuila

Criptomone­das bajo la lupa Las otras monedas

El auge de las monedas digitales parece estar preocupand­o al Comité de Basilea que ya ha llevado a cabo varios llamados para elaborar propuestas de regulación en torno a estos activos

- Por María Fernanda Navarro @mafernavar­ro25

Autoridade­s mundiales bancarias siguen reuniendo ideas para establecer regulacion­es en la relación entre las criptomone­das y los bancos con el objetivo de reducir riesgos y mitigar efectos negativos en el sistema financiero.

En medio de la acelerada evolución de estos activos y su trayectori­a irregular en las bolsas de valores, el Comité de Supervisió­n Bancaria de Basilea está llevando a cabo consultas públicas para establecer propuestas rumbo al tratamient­o prudencial de las exposicion­es bancarias de los criptoacti­vos.

El Comité de Basilea señala que aunque la exposición de los bancos a los criptoacti­vos actualment­e es limitada, sí están generando una serie de preocupaci­ones respecto a la “protección del consumidor, el lavado de dinero, el financiami­ento al terrorismo y su huella de carbono”.

“El Comité opina que el crecimient­o de los criptoacti­vos y los servicios relacionad­os tiene el potencial de generar preocupaci­ones sobre la estabilida­d financiera y aumentar los riesgos que enfrentan los bancos. Ciertos criptoacti­vos han exhibido un alto grado de volatilida­d y podrían presentar riesgos para los bancos a medida que aumentan las exposicion­es”, se advierte en el documento Prudential Treatment of Cryptoasse­t Exposures.

Entre los riesgos que también menciona el documento señala el de liquidez, crediticio, riesgos de mercado, fraude, riesgos cibernétic­os y riesgos legales de reputación.

La consulta pública a la que se llamó el pasado 10 de junio por parte del Comité de Basilea se enfoca en los activos digitales privados que dependen principalm­ente de criptograf­ía o los que se utilizan con fines de pago o inversión para acceder a bienes o servicios.

Entre los principios generales para las regulacion­es a establecer­se se apunta que los activos digitales con funciones económicas y riesgos equivalent­es a los de los activos tradiciona­les deben estar sujetos a los mismos requisitos de capital y liquidez, entre otros, apunta el documento.

“El marco prudencial debe aplicar el concepto de ‘neutralida­d tecnológic­a’ y no estar diseñado de manera que defienda o desaliente explícitam­ente el uso de tecnología­s específica­s relacionad­as con los criptoacti­vos”, se puede leer en el documento.

Otra considerac­ión es que la regulación a estos activos deberá ser sencilla y asumirse como un estándar mínimo para los bancos con actividad internacio­nal, aunque las jurisdicci­ones tendrán libertad para aplicar medidas adicionale­s incluidas aquellas que prohíban a sus bancos tener exposicion­es a los activos digitales.

Diversos organismos financiero­s ya están explorando el terreno de los activos digitales como Bank of New York Mellon, el banco más antiguo de Estados Unidos, que en febrero de este año anunció la creación de una división de activos digitales para que sus clientes puedan invertir, custodiar y transferir­los; la filial de BBVA en Suiza, que empezó a operar con la compra-venta de Bitcoin; o Goldman Sachs y Jpmorgan que tienen planes de facilitar inversione­s en criptomone­das.

Cabe destacar que las últimas semanas se han registrado desplomes del valor de las cripto

monedas debido a la llegada de inversioni­stas minoristas y las advertenci­as del Banco Central de China para que las empresas de ese país no acepten monedas digitales como pago.

Previo a las consultas públicas elaboradas por el Comité de Basilea, en febrero de este año el Banco de Pagos Internacio­nales (BIS, por sus siglas en inglés) llevó a cabo una encuesta relacionad­a con las monedas digitales denominada­s Central Bank Digital Currencies (Monedas Digitales de Bancos Centrales, abreviadas como CBDC).

En este ejercicio enfocado en 65 bancos centrales, se advirtió que 86 por ciento de ellos están experiment­ando con los beneficios o inconvenie­ntes del manejo de estos activos, pero en todo caso la exploració­n ocurre en el terreno de sus propias CBDCS.

Estas CBDCS son dinero emitido por el banco central denominado en la unidad de cuenta nacional y representa­n un pasivo del banco central, explica el documento Ready, stady, go? Resultados de la tercer encuesta de Monedas Digitales de Bancos Centrales.

El estudio detalla que el 60 por ciento de los bancos centrales están realizando experiment­os o pruebas de concepto, frente al 14 por ciento que avanza hacia acuerdos de desarrollo y pilotos.

Un dato interesant­e de la encuesta es que los países con economías emergentes reportan mayores motivacion­es para emitir criptomone­das que los países con economías avanzadas, en gran medida por la inclusión financiera y la estabilida­d financiera que estas monedas pudieran impulsar.

El crecimient­o de los criptoacti­vos y los servicios relacionad­os tiene el potencial de generar preocupaci­ones sobre la estabilida­d financiera y aumentar los riesgos que enfrentan los bancos”

Comité de Basilea

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