Un antes y un después
La crisis sanitaria debe ser un parteaguas para que todos los países tomen las acciones necesarias que les permitan estar mejor preparados contra los diversos y complejos escenarios que pueden llegar a enfrentar en un futuro
La pandemia por COVID-19 fue para el mundo un parteaguas en el que quedó claro que se requieren de análisis prospectivos para prevenir los peores escenarios, considera Juan Manuel Ávalos, catedrático del Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV).
“Yo creo que es una lección aprendida (el COVID-19) y va a ser el parteaguas para generar estas buenas prácticas, pensar en el futuro, en lo que podría pasar y muchas veces en seguridad pensamos que debemos de hacer planteamientos basados en el escenario catastrófico, es decir, qué es lo que nos podría suceder, y no solamente en temas de salud pública, sino en otras variables como crimen transnacional, migración y otros”, explica el especialista.
Es importante no sólo quedarse en la planeación, sino que en materia de prospectiva es fundamental llevar las ideas a la práctica.
“En los ejercicios prospectivos exploramos escenarios como un proceso de anticipación, pero que nos conduzcan a la acción mediante una correcta toma de decisiones. Un poco hablando de qué pasaría después de la pandemia con estas afectaciones a la salud pública o con el cambio climático. Entonces es un llamado de atención para estar preparados y para poder responder de manera ágil ante estas situaciones”, expone.
Aunque por ahora no es común que los gobiernos tengan un área de prospectiva, es posible que a partir de la experiencia de la pandemia las administraciones vayan incorporando a estos especialistas en escenarios complejos.
“Yo esperaría que sí. Sin duda es un desafío para las instituciones, no solamente si lo vemos a nivel federal, también es un desafío para las administraciones estatales y municipales el poder construir una visión estratégica de hacia dónde vamos, pero también de capacidades”, explica.
Los ejercicios de prospectiva trascienden a las personas y a los partidos políticos porque identifican los problemas graves que se pueden presentar en el futuro, y por ello es importante comprender esta dimensión.
“Esa creo que es la clave: poder llegar a una construcción social del futuro, con la intervención de actores no solamente a nivel gobierno, sino sociedad civil, académicos y el mismo sector privado”, expone Juan Manuel Ávalos.
El especialista considera que la seguridad nacional debe de verse desde un enfoque multidimensional, como un sistema complejo en el que intervienen diferentes variables y todas se tienen que tomar en cuenta.
“No solamente hablamos de salud pública, también de otros aspectos como quizás pueden ser el cambio climático, el crimen transnacional, los incidentes en el ciberespacio, creo que esta problemática del COVID nos sirve como una lección para identificar buenas prácticas, lecciones aprendidas y obviamente desafíos que debemos de considerar para fortalecernos”, añade.