Carpetazo al caso de Jorge y Javier y caos en Educación
La Fiscalía General de la República (FGR ) planea darle carpetazo a la investigación en contra de elementos del Ejército por el asesinato de Jorge Mercado y Javier Arredondo, estudiantes del Tecnológico de Monterrey en 2010.
El colectivo Todos Somos Jorge y Javier informa que aún existe una investigación pendiente por el delito de acopio y portación de armas de fuego, pero la FGR quiere cerrar este caso porque no ha podido comprobar el ilícito.
Han pasado 11 años, el 19 de marzo del 2010, en los momentos más delicados de la guerra contra el narcotráfico, Jorge y Javier fueron asesinados y pareciera que hay una intención de dejar este caso en la impunidad.
Nos dicen que el Poder Judicial continúa rezagando la resolución del caso, a pesar de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a través de la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ofreció disculpas el 19 de marzo del 2019.
Pero lo que ha faltado es la justicia conforme a derecho, sobre todo cuando el caso de Jorge y Javier es el primero reconocido como una ejecución extrajudicial por parte del Estado mexicano.
Caos en educación
Los maestros de las secciones 21 y 50 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se postraron afuera de Palacio de Gobierno para exigir al gobernador Jaime Rodríguez Calderón que cumpla con los acuerdos establecidos.
Entre las negociaciones que más llaman la atención resaltan los contratos y plazas de base de los maestros, que se cubren con recursos federales y que quizá no se están utilizando de manera eficiente. Nos dicen que esta protesta, previo al inicio de clases que se tiene previsto para el 1 de agosto, podría acabar en un paro magisterial.
“El Bronco” trae un verdadero caos en materia de educación y esta semana madres de familia encararon al secretario de Salud, Manuel de la O, exigiendo el regreso a clases presenciales. Pareciera que el mandatario quiere heredar todo el problema al gobernador electo, Samuel García.
Por cierto, Samuel Olea, quien maneja la agenda de la titular de la Secretaría de Educación, María de los Ángeles Errisúriz, va de mal en peor y sigue sin atender algunos reclamos de los trabajadores de la educación. Le quedó grande el cargo.