Una botella

"Mi abuelo tenía una fábrica de sodas que era de él, en el mercado fue ganando terreno y era conocida como Refrescos Valle, de Sabinas Hidalgo, Nuevo León, sé que inició en Allende, Coahuila, pero luego se fue para allá”, comenta.

Dijo no recordar quién le enseñó a su abuelo pero tiene presente los emocionantes momentos cuando iba a visitarlo y veía las cajas de refrescos que causaban sensación por sus múltiples coloridos y sabores y su abuelo le decía, "Toma las que quieras, que al cabo yo las fabrico".

José Manuel Valle Ortegón tenía la fábrica en Nueva Rosita en la conocida calle Seis.

Ahora quedan los recuerdos y una tradición familiar que ofrece Don Juan Valle en las conocidas aguas gaseosas y todo está en el secreto para preparar la fórmula.

Para él, es un gusto saber que hay personas que, de visita en Nueva Rosita, no pueden dejar de ir a tomar un agua gaseosa, porque sienten que si no lo hacen dicen, es como si no vinieran.

Sin lugar a dudas la canícula, la época más calurosa del verano, atrae a más visitantes y la gente acude a refrescarse.

Son muchos los paisanos y gente de Nueva Rosita que durante las vacaciones acuden por una refrescante gaseosa, la tradición familiar seguirá porque las nuevas generaciones de la familia Valle continúan dándole vida a este emblemático lugar en lo que una vez fue La Capital de los Precios Bajos.

Mi abuelo, el papá de mi papá era el que lo fabricaba en Sabinas, Hidalgo, Nuevo León, ya cuando cierran la fábrica, supuestamente lo que mi padre me platicó, que por falta de material, es cuando inician los refrescos, agua gaseosa Valle, la familia Valle”

La gente viene contenta a disfrutar nuestro producto, las aguas gaseosas Valle porque aquí en Nueva Rosita es toda una tradición, son muchos años de trabajo, de elaborar este refresco y me siento satisfecho y orgulloso de continuar la dinastía de Aguas Gaseosas Valle”