¿Cuándo los van a respetar?
En varias ocasiones el delegado del gobierno federal en Coahuila ha dejado en evidencia su incapacidad y se limita a imitar los comportamientos del presidente
La escena se repite una y otra vez. Personas de la tercera edad que deben hacer largas filas, soportar el calor, el hambre y las ganas de ir al baño para poder cobrar la Pensión del Bienestar que les otorga el gobierno federal y que asciende a 3 mil 100 pesos.
En esta semana la sede en Torreón para cobrar dicha ayuda fue el Tecnológico de La Laguna. Al pasar por la prolongación Cuauhtémoc era lamentable ver a las personas con andadores, muletas, algunos en silla de rueda esperando que les dieran acceso. Obviamente aquí la sana distancia no existe.
Un amigo me compartió su experiencia en Facebook. Me dijo que fueron más de cinco horas las que invirtió para poder cobrar la pensión. Además de la espera fue necesario aguantar los malos tratos de los servidores de la nación, quienes daban las indicaciones de manera grosera a los adultos mayores.
Incluso por las altas temperaturas varias señoras se desmayaron. A esto hay que sumarle el conflicto vial que se generó en la zona, ya que nunca se presentaron los agentes de tránsito. A la incapacidad de la delegación del gobierno federal hay que sumarle la negligencia del Municipio que coloca sus agentes donde el objetivo es aplicar más infracciones.
Esta historia que ahora se desarrolló en Torreón ha sido la misma en diferentes partes del país. En el caso de la Comarca Lagunera lo mismo sucede en Gómez Palacio y Ciudad Lerdo.
Es un hecho que la delegación a cargo de Reyes Flores Hurtado ha dejado mucho que desear, por decir lo menos. Ahora estamos hablando del pago de pensión de los adultos mayores pero el mismo desorden se ha presentado en todo el proceso de vacunación contra el Covid-19.
Largas filas, malos tratos a los ciudadanos, nadie regala agua y tampoco colocan baños portátiles. Los servidores de la nación siempre de malas y ante los reclamos, Reyes Flores responsabiliza a los medios de comunicación o incluso a los ciudadanos.
En el discurso el gobierno federal se dice humanista, preocupado por los más pobres, justo, e incluso constantemente dicen que no son como los otros. En los hechos ocurre todo lo contrario. ¿Qué humanismo puede haber cuando se trata así a los adultos mayores?, ¿qué humanismo puede existir cuando los funcionarios se molestan porque los ciudadanos exigen vacunas?
En varias ocasiones el delegado del gobierno federal en Coahuila ha dejado en evidencia su incapacidad y se limita a imitar los comportamientos del presidente, Andrés Manuel López Obrador, donde a lo largo de su gobierno nunca ha tenido la culpa de nada y si usted como ciudadano exige trato justo y eficiente cuando va a cobrar su pensión, a vacunarse o por sus medicamentos al Seguro Social seguramente es porque usted es fifí y quiere hacer golpe de estado. Pero más allá de los delirios de persecución la pregunta es ¿cuándo el gobierno federal va a respetar a los ciudadanos, sobre todo a los adultos mayores?