MUCHOS DESAFÍOS Y POCAS PROPUESTAS
DLas políticas de la actual administración no son su cientes para resolver las fallas del sistema penitenciario, incluso, llegan a ser contradictorias, dicho problema deberá de ser resuelto por el próximo titular del Ejecutivo federal
e acuerdo con el especialista en seguridad y actual investigador postdoctoral del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), Juan Manuel Aguilar Antonio, el sistema penitenciario en México enfrenta múltiples desa íos como la sobrepoblación, la falta de separación entre detenidos y sentenciados, escasez de personal médico, entre muchos otros.
“Estos problemas persisten desde hace varios años y los podemos encontrar en distintos centros penitenciarios locales y federales. El Gobierno federal ha implementado varias medidas para enfrentar estos problemas, pero la situación sigue siendo muy compleja”, dice el especialista.
Estos problemas se acrecientan luego de que se decidiera aumentar el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva o iciosa.
“Es importante señalar que la sobrepoblación y la escasez de recursos en los centros penitenciarios, en efecto, se puede agravar si aumenta el número de detenidos. Esta situación puede generar condiciones más di íciles para los detenidos y personal así como di icultar el proceso de rehabilitación y reinserción social.
“Esto nos revela que hay ciertas políticas del Gobierno federal que parecen no tener una sintonía y que no tienen una visión holística complementaria ya que se está ampliando el catálogo de delitos, pero esto no se está haciendo considerando el gran cierre de
nd centros penitenciarios dentro del país”, apunta Aguilar Antonio.
Esta política del cierre de prisiones, dice el especialista, va de la mano con el enfoque social de combate a los delitos en este país de “abrazos no balazos”.
“Si bien esta política de dotar de más lugares de recreación, de convivencia social y de recuperar capitales sociales que se han perdido por la alta criminalidad es buena, no son acorde a la realidad de aumentar el catálogo de delitos y ante un sistema penitenciario que está sobresaturado y en condiciones paupérrimas.
“En resumen, falta una cohesión en las acciones del Gobierno federal porque existe una crisis de derechos humanos en el sistema penitenciario que no ha explotado, pero que en cualquier momento lo puede hacer”, concluye.