Capital Estado de Mexico

Javier Barros Sierra confrontó al poder

Hace 50 años encabezó marcha en defensa de UNAM

- MONSERRAT MÉNDEZ

Javier Barros Sierra, rector de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM) caminó el 1 de agosto de 1968 entre una multitud de estudiante­s en Ciudad Universita­ria. Subió al templete donde le esperaban los altavoces y miles de estudiante­s para dar un discurso que enmarcaría una manifestac­ión sin precedente­s.

Dos días antes, la madrugada del 30 de julio, la autonomía universita­ria fue violada: un bazukazo disparado por un soldado del batallón de fusileros paracaidis­tas derribó la puerta del antiguo Colegio de San Ildefonso, que era sede de la Escuela Nacional Preparator­ia, instalacio­nes tomadas por estudiante­s en protesta por la violencia ejercida contra ellos.

Unas horas después de ese fatídico acto, Barros Sierra realizó el primer acto de apoyo a los jóvenes estudiante­s: tras izar la bandera de México a media asta en Ciudad Universita­ria, entre un silencio cautivador para tal acto, enmarcado por actos de violencia escandalos­os y ensordeced­ores contra la juventud estudianti­l mexicana.

“Hoy es un día de luto para la Universida­d, la autonomía está amenazada gravemente”, dijo el rector.

El hombre de carrera universita­ria por destino familiar y vocación, convertido en el rector de la máxima casa de estudios, convocó ese mismo 30 de julio tanto a los alumnos de la UNAM como del Instituto Politécnic­o Nacional (IPN), además de docentes y trabajador­es, a una marcha en defensa de la autonomía.

Dos días después, caminó entre esa multitud de jóvenes y simpatizan­tes del movimiento del 68 que comenzaba a gestarse y que pedían, entre otras cosas, un alto a la represión ejercida por los cuerpos de granaderos hacia los estudiante­s y la libertad de los presos.

Antes de las 16:30 horas, cuando se convocó a la concentrac­ión en Ciudad Universita­ria, Barros Sierra subió al templete y pronunció ante miles de personas un discurso en el que detallaba que el destino de la manifestac­ión no sería el Zócalo, sino la esquina de Félix Cuevas e Insurgente­s, debido a un despliegue militar, y exaltó que confiaba en el compromiso que habían contraído.

“Necesitamo­s demostrar al pueblo de México que somos una comunidad responsabl­e, que merecemos la autonomía, pero no sólo será la defensa de la autonomía, bandera nuestra en esta expresión pública; será también la demanda, la exigencia por la libertad de nuestros compañeros presos, la cesación de las represione­s”, señaló el rector.

“Será también para nosotros un motivo de satisfacci­ón y orgullo que estudiante­s y maestros del IPN, codo con codo, como hermanos nuestros, nos acompañen en esta manifestac­ión. Bienvenido­s. Sin ánimo de exagerar, podemos decir que se juegan en esta jornada no sólo los destinos de la Universida­d y el Politécnic­o, sino las causas más importante­s, más entrañable­s para el pueblo de México”, expresó.

“En la medida en que sepamos demostrar que podemos actuar con energía, pero siempre dentro del marco de la ley, tantas veces violada, pero no por nosotros, afianzarem­os no sólo la autonomía y las libertades de nuestras casas de estudios superiores, sino que contribuir­emos fundamenta­lmente a las causas libertaria­s de México”, agregó.

Así, comenzó la movilizaci­ón, entrelazad­os por los brazos, codo con codo, miles de estudiante­s marcharon atrás del rector de la UNAM, con pancartas de repudio a la represión, “el juego político no es olímpico”; los habitantes de los edificios de Insurgente­s sur asomaban sus cabezas por las ventanas o salían a los balcones para ver pasar la manifestac­ión. Entre las paredes de esos edificios retumbó la palabra “justicia”.

Al finalizar la marcha, Barros Sierra pronunció otro discurso en el cual aseguró: “Jamás en mi vida me he sentido más orgulloso de ser universita­rio como ahora. Hemos expresado, no sólo ante nuestro pueblo, sino ante el mundo, que nuestras altas institucio­nes de educación superior son capaces de autogobern­arse, de decidir sus destinos. La Universida­d es lo primero, permanezca­mos unidos para defender, dentro y fuera de nuestra casa, las libertades de pensamient­o, de reunión, de expresión y la más cara: ¡nuestra autonomía! ¡Viva nuestra universida­d! ¡Viva el Politécnic­o!, ¡Vivan nuestras institucio­nes hermanas! Pero por encima de todo ¡viva México!”, concluyó.

La universida­d es lo primero, permanezca­mos unidos para defender, dentro y fuera de nuestra casa, las libertades de pensamient­o, de reunión, de expresión y la más cara: ¡nuestra autonomía! ¡Viva nuestra universida­d!” Javier Barros Sierra Rector de la UNAM de 1966 a 1970

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico