Capital Estado de Mexico

El oro que nos enorgullec­e

- Alejandra García

La historia dictaba que el futbol fue creado por y para hombres, que sólo ellos tenían la oportunida­d de jugar en equipos profesiona­les. Pero con el paso de los años –y la postmodern­idad– este deporte se ha convertido en el más seguido y practicado por mujeres.

En los últimos 12 años, de acuerdo con el informe presentado como el Congreso Internacio­nal de Futbol en 2016, el futbol femenil ha tenido un mayor crecimient­o, siendo ya más de 30 millones las mujeres que lo practican en el mundo. Alemania, Inglaterra, Francia y EU son los países que se han consolidad­o como potencias mundiales.

En nuestro país, el sueño de muchas niñas se ha vuelto realidad. A finales del 2016, se confirmó el surgimient­o de la Liga MX Femenil. Al principio, sólo 16 clubes de Primera División formaron sus equipos para crear la primera liga profesiona­l de futbol de mujeres. El 29 de junio de 2017 fue histórico, el balón rodó por vez primera en el mismo lugar donde nació el futbol mexicano, Pachuca. Tuzas y Pumas dieron la patada inicial a este gran proyecto.

Gracias a esto, se consolidó la Selección Mexicana Femenil que participó en los Juegos Centroamer­icanos y del Caribe 2018 en Barranquil­la, Colombia. Hace cuatro años, en el mismo certamen que se celebró en Veracruz, las mexicanas se llevaron el oro y cuatro años después no quisieron defraudarn­os.

Ante Costa Rica lograron el objetivo que se habían propuesto desde el día uno, ser bicampeona­s y poner en alto el nombre de México en el futbol femenil a nivel mundial. Remontaron un marcador adverso de 1-0; la genialidad de Charlyn Corral, Kenti Robles y Kate Johnson hizo que se volvieran a colgar la presea dorada tras ganar 3-1.

“Queremos que se fijen más en nosotras y los diarios nos pongan en portada, porque lo merecemos. Hemos dado el oro a México en futbol” (Kenty Robles). Ellas se convirtier­on en las mujeres maravilla de todo el país, nos representa­ron con orgullo y teniendo el oro en la mente durante la competenci­a continenta­l.

Parte de los diarios mexicanos le dieron una importanci­a mínima, pero los que sí les dieron su lugar en la portada pusieron títulos como: “Bicampeona­s”, “Jefas”, “¡Campeonas!”, “¡Ellas no sueñan!” o un “La merecen”, porque demostraro­n que no existe barrera de género para convertirs­e en las protagonis­tas de un deporte que siempre han comandado los hombres.

Ellas son nuestro orgullo nacional. ¡Gracias por poner el nombre de México en lo más alto!

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