Fuentes no regresara a la dirección de la empresa”.

Tanto en las empresas encabezadas por Jorge Vergara, como en diversos ámbitos sociales y políticos, empiezan a surgir voces de duda hacia las versiones que Angélica Fuentes ha dado de su vida. Incluso el pasado viernes 29 de mayo en la Ciudad de México, los empleados de Omnilife encabezaron una marcha solicitando que Fuentes no regresara a la dirección de la empresa. Además, su reciente cargo como miembro del Consejo de Asesores de Liderazgo del Sector Privado en la ONU, pareciera estar en riesgo.

Sería penoso ver cómo la imagen de una empresaria que ha abogado por los derechos y el empoderamiento de la mujer, se opaca por comportamientos cuestionables en su vida privada; una vida privada que ella misma volvió pública al presumirla en eventos sociales, relatar hechos de su vida matrimonial y además, de litigar su más reciente divorcio en medios masivos de comunicación.

La querella judicial-mediática que sostienen Angélica Fuentes y Jorge Vergara está aún en sus inicios. Ambos se han demandado y contrademandado. Aunque pudiera existir un arreglo entre las partes, por la cantidad de recursos en litigio, esto parece improbable. Así que si bien el resultado del juicio es aún incierto, lo que es un hecho es que la muy cuidada reputación de Angélica está siendo dañada con toda la información que de ella ha surgido.

Con todo esto, uno de los modelos a seguir entre las mujeres mexicanas y que en esta revista hemos destacado en varias ocasiones, parece eclipsarse. Pero será el tiempo quien dé el juicio final sobre la reputación de Angélica Fuentes.