CRÍMENES Y PECADOS
Ronan Farrow, hijo de Woody Allen y Mia Farrow, ha aprovechado su labor como periodista para buscar justicia; incluso si es necesario señalar a su padre.
as anécdotas de Nueva York van más allá de las que suele contar Woody Allen en sus películas. La Gran Manzana frecuentemente es escenario para la revelación de historias periodísticas, que son presentadas por gigantes de la industria. En ocasiones, éstos dan pasos tan fuertes, que provocan la caída de figuras que parecían inquebrantables.
El ejemplo más reciente de este efecto tiene como protagonista al productor de cine Harvey Weinstein, y uno de los responsables de esa caída fue Ronan Farrow, hijo que Allen tuvo con la actriz Mia Farrow. El 19 octubre de 2017, el periodista y abogado publicó en
The New Yorker las voces de algunas mujeres que fueron agredidas sexualmente por el dueño de la productora Miramax. Su investigación se sumó a la que publicaron Jodi Kantor y Megan Twohey en The New York Times, cinco días antes.
En estos escenarios, no se entregan Oscars o Golden Globes. Pero la ardua investigación de los periodistas les mereció el máximo reconocimiento que se puede recibir en ese rubro, un Pulitzer que compartieron ambas publicaciones en 2018.
Así que Ronan no solo será recordado por su herencia artística. Su labor como periodista de investigación ya ha recobrado frutos, y eso que apenas empieza.
Desde que comenzó su carrera en los medios de comunicación, Ronan ha manifestado su interés por temas de derechos laborales y también, especialmente, de agresiones sexuales. La inclinación del joven por estos tópicos son entendibles cuando se echa un vistazo su propia historia.
A sus 32 años, Ronan no sólo ha hecho investigaciones de alto calibre. Desde adolescente comenzó a involucrarse en temas sociales y filantrópicos. En 2001, cuando era apenas un adolescente, se inició como vocero de Juventud de Unicef, labor que continuó hasta 2009.
Durante sus estudios universitarios, en la escuela de leyes, participó en el Comité de Asuntos Exteriores de la cámara de Representantes de Estados Unidos, enfocándose siempre en derecho internacional para los derechos humanos. Además, colaboró en la administración de Barak Obama en distintas áreas, abordó temas referentes a la juventud y asuntos humanitarios.
Pero estos no son los únicos asuntos que le conciernen a Ronan, como su reportaje estelar lo sugiere. Posiblemente su interés por investigar agresiones sexuales y la forma en que éstas quedan impunes, está un poco más atrás de su trayectoria universitaria.
A inicios de los noventa, Mia Farrow y Woody Allen se separaron. ¿La razón? El cineasta había comenzado una relación amorosa con Soon-Yi Previn, la primera hija que adoptó la actriz con André Previn, y que vivía con ellos.
El escándalo que desató esta separación no se limitó a que Previn era hija de Farrow y que la joven tuviera alrededor de 22 años.
Poco tiempo después de que la actriz y el director se divorciaran, salió a la esfera pública que el realizador abusó sexualmente de una de sus hijas, Dylan, quien en ese entonces tenía siete años. Ese año, 1993, hubo una denuncia legal en contra del cineasta, pero las autoridades nunca acusaron formalmente a Allen y el caso se cerró. Estos hechos también causaron efecto en el único hijo biológico de Woody y Mia...
Vayamos ahora tres décadas después, cuando Ronan publicó uno de sus primeros casos: A hostile system? How colleges are responding to campus sexual assaults,
Ronan señaló la falta de ética y sensibilidad hacia las víctimas de abuso sexual. “Imagina que fue tu hermana”, agregó Farrow.
que publicó en Today, de la NBC. En este texto reunió las declaraciones de dos estudiantes que fueron víctimas de agresión sexual en las universidades del Norte de California y Harvard, y cuyos casos fueron sepultados o ignorados por dichas instituciones.
Posteriormente le siguió el reportaje que terminó de sepultar a Weinsten. Y hace unos meses lanzó el libro
Catch and Kill: Lies, Spies, and a Conspiracy to Protect
Predators, en el que cuenta los obstáculos que atravesó durante la investigación de las agresiones sexuales de Harvey Weinstein, incluido un gran golpe para la NBC, el canal que le dio trabajo por mucho tiempo, pero que también le impidió publicar su investigación sobre Weinstein —la compañía alegó conflicto de interés.
“Harvey Weinstein contrató a una empresa llamada Black Cube, que tiene a miembros del Mossad y otras entidades militares y de inteligencia de Israel (para vigilarlo). Desplegaron agentes y subcontratistas que utilizan identidades falsas. Así de lejos pueden llegar la gente rica y bien conectada cuando quiere enterrar la verdad”, declaró Ronan en una entrevista a la BBC.
Ronan no es del tipo de personas que quitan el dedo del renglón. Y ha quedado claro que tampoco es alguien que considere el silencio como una opción.
Desde el año pasado era bien sabido que Allen trataba de publicar una autobiografía, pero varias editoriales lo rechazaron. Fue hasta marzo de 2020 que el libro comenzó a ver la luz a través de la reconocida editorial francesa Hachette, el mismo sello que publicó el ya mencionado libro de Ronan. Esta decisión provocó que el periodista encarara a la empresa públicamente y rompiera toda relación laboral con ella.
“Me decepcionó saber, a través de la prensa, que Hachette, mi editorial, adquirió las memorias de Woody Allen después de que otras editoriales importantes se negaron a hacerlo, y me ocultaron la decisión a mí y a sus empleados, mientras trabajábamos en Catch and Kill, un libro sobre cómo los hombres poderosos, incluido Woody Allen, esquivan su responsabilidad por agresión sexual”, publicó en Ronan en sus redes sociales.
En el mismo comunicado, Farrow argumentó que la editorial Hachette Book Group, era muy poco profesional “en múltiples y obvios sentidos” al comportarse de esa manera. Asimismo, los señaló de demostrar falta de ética y sensibilidad hacia las víctimas de abuso sexual. “Imagina que fue tu hermana”, agregó Ronan en su mensaje al publicista de Woody Allen.
Las declaraciones de Ronan y de su hermana, Dylan, provocaron que HBG reconsiderara la publicación del libro. La editorial decidió regresarle al también guionista los derechos de su libro, y ahora se busca un nuevo sello para la autobiografía. De acuerdo con El País, la editorial España Alianza tiene programado el lanzamiento de este libro para el 21 de mayo.
Además de sus memorias, Allen se alista para estrenar su nueva película, como buena costumbre anual:
Rifkin’s Festival. Elenco no le falta para contar su historia. Apoyo financiero tampoco —y eso que ya no cuenta con la bendición de Amazon—. “Así de lejos pueden llegar la gente rica y bien conectada”, asegura Ronan.