ELEGIR SANAMENTE
Alimentación intuitiva y ayuno intermitente.
Un cambio en el régimen nutricional puede causar revuelo en la forma de vida de las personas que lo practican. Jennifer Aniston y Ben Affleck, entre otras celebridades, se distinguen por vivir constantemente bajo la práctica del ayuno intermitente, lo que marca un referente entre sus seguidores, y con certeza es un factor que influye en el boom que tiene hoy día. Lo opuesto a esta tendencia es la alimentación intuitiva, aunque las dos corrientes pretenden garantizar una mejoría en el metabolismo, así como una pérdida de peso. Aquí, te presentamos algunas de sus características principales.
Es muy importante que antes de modificar cualquier hábito, platiquemos con un profesional en la salud para que nos asesore sobre los pros y contras.
ALIMENTACIÓN INTUITIVA Follow your feelings
Los dietistas estadounidenses Evelyn Tribole y Elyse Resch en 1995 lanzaron sus opiniones sobre los beneficios de comer con base en nuestra intuición. A diferencia de muchas otras dietas, este tipo de alimentación nos permite ingerir lo que queramos, sin prohibiciones. Sus fundamentos se sostienen en la premisa que, desde el nacimiento, los seres humanos sabemos qué comer y cuándo parar para asegurar nuestra nutrición.
Tribole y Resch aseguran que los beneficios para la salud física y mental de las personas que llevan esta práctica son enormes, pues implica un profundo conocimiento de nuestro metabolismo y el enfoque se inclina hacia una relación más amistosa con la comida y nuestro cuerpo, elimina las culpas y los desamores por darnos el gusto de tomar un helado o comfort food de vez en cuando.
Existe la creencia errónea sobre la idea que llevar este hábito nos inclina –más adelante– a la ingesta de comidas altas en grasas o azúcares, sin embargo, los defensores de este tipo de nutrición afirman que entre más limitamos nuestros consumos, más probabilidades existen de recurrir a atracones.
AYUNO INTERMITENTE El tiempo marca el éxito
Últimamente se escucha mucho la opción nutricional de comer solo a ciertas horas y con base en ventanas o espacios de tiempo en los que se nos permite la ingesta de alimentos.
Dentro de los diferentes horarios establecidos en esta modalidad, encontramos que el más común es de 16 horas de abstinencia por ocho, en las que se nos permite comer. Aunque este plan es menos estricto en los alimentos que consumimos, se sugiere observar lo que ingerimos y garantizar la correcta absorción de nutrientes que nuestro organismo requiere para su óptimo funcionamiento, y así evitar los atracones, pues de nada sirve limitarnos si en una sola vez comemos más de lo necesario.
El doctor Mark Mattson, neurocirujano del John Hopkins Medical Center, asegura que dentro de los beneficios que es posible obtener, se encuentran la pérdida de peso y grasa corporal, además de lograr disminuir los niveles de insulina en la sangre, se llega a corregir la diabetes tipo 2 y se consigue una mayor lucidez y concentración en las tareas diarias. Una dieta sana con proteínas, carbohidratos y grasas junto a una rutina de ejercicio es un must para los practicantes de esta tendencia.