4. LITTLE TOUCHES
En el minimalismo se utilizan colores neutros –blancos, grises y beige– en pisos, muros y techos, al igual que en los muebles, que pueden variar un máximo de tres tonos –desvaneciéndose del primario–. Este contraste brinda amplitud y facilita tener un toque de color fuerte que se coloca al azar en accesorios decorativos como cojines, tapetes y floreros para ser protagonistas de la ornamentación y el espacio.