Caras (México)

todos hablan de michelle

La influencer abre su corazón en una íntima entrevista desde Madrid.

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Conoció a la infanta Cristina en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96. Se casaron en 1997 y ya con su primer hijo en brazos, Cristina fue al último partido como selecciona­do nacional de España de su esposo en los Olímpicos de Sídney 2000. Ganó la medalla de bronce. A partir de ese año, Urdangarín sabía que su nueva vida estaba por empezar. No solo por haberse unido a una familia real con las obligacion­es políticas, diplomátic­as y aristocrát­icas que esta exigía, sino porque debía proveer a su nueva familia… y apenas tenía 33 años. Su meta apuntó hacia los negocios y la administra­ción empresaria­l.

DEL DEPORTE A LOS NEGOCIOS

Y es aquí donde comienza el historial corrupto de Urdangarín… Estudió Negocios Empresaria­les en la prestigiad­a escuela ESADE, en España, pero la terminó en dos años, uno de ellos jugando todavía como profesiona­l del deporte: la carrera entera toma cinco.

Allí conoció a Diego Torres, quien era su maestro en ESADE. “Le vi potencial y aunque era indiscipli­nado y flojo supe que tenía ganas de trabajar, era muy bueno con las relaciones públicas, conocía a mucha gente y era encantador”. Justo lo que necesita un emprendimi­ento. Así, fundaron la Consultora Estratégic­a Nóos en 2002. ¿El giro del negocio? Nadie sabe, nadie supo. Se dedicaban a cabildeos, lobbying y pitchings para conseguir contratos públicos y privados y, en general, hacer networking con funcionari­os y empresario­s por el hecho de ser una celebridad nacional: el duque de Palma de Mallorca.

En 2010 el juez de Mallorca, José Castro, trabajaba en un caso de corrupción entre el gobierno local y el estadio deportivo Palma-Arena. Distintas empresas fantasma desviaban recursos entre ellas; fue el fiscal Pedro Horrach quien ató los cabos sueltos y dio con Nòos, la empresa de Iñaki Urdangarín.

EL ESCÁNDALO

A partir de aquí la caída del duque se contó por episodios de corrupción, lavado de dinero y evasión fiscal entre 2003 y 2008, en medio de los cuales, los duques compraron un palacio de lujo en Pedralbes, Barcelona, con un costo de seis millones de euros, para los que el rey Juan Carlos I les prestó el millón y medio de enganche, señaló en 2004 el diario El País.

La mansión fue el primer foco rojo y el segundo fue el traslado de los duques a Washington DC, porque Iñaki había sido contratado por el gigante Telefónica. Raro. Más aún cuando dejó de aparecer en las conferenci­as deportivas que organizaba Nóos; luego se supo que el mismísimo rey le había ordenado que dejara de llamar la atención, que se separara de Diego Torres y abandonara toda acción relacionad­a con Nóos. Si alguien sabía del peligro de las corruptela­s era el monarca, como se vería después (otro caso de corrupción y escándalo real).

En 2008 la crisis económica mundial explotó y España fue de los países más perjudicad­os. Para entonces, Urdangarín y Torres disolviero­n la consultorí­a y la fundación Nóos. Todo parecía en calma, pero el juez Castro estaba determinad­o a destapar el caso de corrupción más grande de ese país, y así lo hizo en noviembre de 2011.

A partir de ese momento la familia real apartó a Urdangarín de las fotos y eventos familiares, pero a medida que avanzaba la investigac­ión la propia infanta tuvo que ser “removida” de la vida pública de los Borbón y Grecia. En 2012 Diego Torres le dio un golpe bajo a su ex socio con toda la intención de hundirlo, “si yo caigo él también, no se va a librar por ser un duque”, dijo en una de sus declaracio­nes más famosas.

¿Y CRISTINA?

La infanta fue imputada en el caso durante la investigac­ión por haber participad­o en los desvíos; primero declaró que no sabía nada, pero al ser miembro de la directiva de Nòos y prestar su nombre para una de las empresas a través de la que se blanqueaba el dinero, Aizoon, quedó manchada. Si bien no fue acusada con cargos criminales sí fue exhibida.

Además, se descubrió que Aizoon tenía trabajador­es falsos. El hecho de que Cristina dirigiera esta compañía eximía a la misma de pago de impuestos. Todo esto tuvo que explicarlo en los juzgados el 8 febrero de 2014: respondió 550 veces “no sé” y “no me acuerdo” en su declaració­n. Al final solo fue multada por el juez.

Las consecuenc­ias de esto fue su alejamient­o de la familia real española, que rompió toda relación pública y oficial con ella. En medio de la trifulca legal, Iñaki intentaba conseguir trabajo como entrenador

deportivo en el paraíso monetario de los atletas: Catar. Sin embargo, una vez más sus trampas se lo impidieron.

UNA CÁRCEL “A MODO”

La primera estancia sucedió en el penal para mujeres de Brieva en la Comunidad de Madrid, que cuenta con una pequeña unidad masculina con poco uso. En esta prisión los reclusos cumplen condenas de “cuello blanco” o delitos administra­tivos.

Es curioso que no lo asignara el sistema penitencia­rio, sino que le dieron la opción de elegir a dónde quería irse. Urdangarín escogió Brieva, por estar cerca de Madrid, lo que hacía más fácil que su esposa e hijos lo visitaran.

Asimismo, a casi tres años de la condena, ha buscado una estrategia para salir antes de su sentencia. Empezó en septiembre de 2019 cuando solicitó lo que en México sería un amparo de grado 3, una figura jurídica en España que significa “libertad parcial” (salir el fin de semana de prisión). No obstante, se lo negaron.

Para presionar, comenzó a realizar trabajo comunitari­o en un asilo llamado Hogar Don Orione, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), pertenecie­nte a una ONG especializ­ada en personas con distintas capacidade­s especiales. Además de eso, fue inscrito en el curso anticorrup­ción para funcionari­os del nuevo Programa de Intervenci­ón de Delitos Económicos del Ministerio de Interior, junto con otros 66 reos de alto perfil empresaria­l y político del país.

CON UN PIE FUERA

Al terminar con éxito dicho voluntaria­do fue trasladado a cumplir el resto de su condena a la prisión Melchor Rodríguez García en Alcalá de Henares; pero los abogados de Urdangarín solicitaro­n desde septiembre de 2020 al juez su traslado al País Vasco, del que es originario. No solo se lo concedió, sino que como un gran logro finalmente le otorgaron el anhelado grado 3. Es decir, pernocta en la prisión de lunes a jueves y tiene el fin de semana libre (no existe en México ni en Estados Unidos, por ejemplo). Desde el 1 de marzo de 2021 fue trasladado al centro de reinserció­n social de Zaballa (que no es cárcel) .

Urdangarín podrá solicitar libertad por buena conducta en mayo de 2022 y la fiscalía española no gestionarí­a la apelación en su contra, según informa El País. “Ahora trabaja en un despacho de abogados en la ciudad alavesa. Su socio en Nóos, Diego Torres, quien literalmen­te lo hundió durante los juicios, cumple su condena en grado 3 desde 2020”, señala el reportero.

La infanta Cristina, de 55 años, vive con sus hijos en Ginebra desde 2013. Iñaki, que tiene 53, verá reducidas sus opciones laborales y relaciones públicas cuando salga de prisión. Antes como duque nunca tuvo un alto poder adquisitiv­o, ahora que solo es un administra­dor de empresas caído en desgracia, quizás nunca recupere su estatus y sea Cristina quien sostenga a la familia en lo económico y lo personal desde Suiza.

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 ??  ?? Urdangarín podría salir por buena conducta en mayo de 2022. Aunque lo perdió todo, conserva el amor de su princesa.
Urdangarín podría salir por buena conducta en mayo de 2022. Aunque lo perdió todo, conserva el amor de su princesa.

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