especial juegos olímpicos
Las dificultades de esta edición y los mexicanos que harán historia.
Debido a la pandemia mundial por el Covid-19, por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, el magno evento se retrasó un año a causa de un tema de salud.
“De 2008 a la fecha en la que estoy al frente del Comité Olímpico Mexicano, no hay ningún antecedente de la dificultad de organizarlos, pero sí son los Juegos más complicados que ha habido en la historia por la pandemia”, dijo recientemente Carlos Padilla, presidente del COM.
Además el evento deportivo no contará con público extranjero. La edición XXIX de la contienda deportiva, Tokio 2020, a celebrarse del 23 de julio al 8 de agosto, será sin aficionados de otros países, sin duda, una estricta medida que tomó la organización para que se puedan llevar a cabo, luego del retraso de un año que provocó la pandemia.
“En orden de ofrecer claridad a los poseedores de entradas que viven en el extranjero y permitirles que puedan ajustar sus planes de viaje en este momento, las partes desde el lado japonés han llegado a la conclusión de que esas personas no podrán entrar a Japón en el periodo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos”, anunciaron los organizadores por medio de un comunicado oficial.
El Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional (CPI) “respetan totalmente y aceptan esta conclusión”, señaló la misma misiva.
El aviso fue publicado al término de una reunión en línea, entre las cinco partes relacionadas con la realización del evento internacional, compuesta por el comité de organización, la ciudad de Tokio, el gobierno japonés, COI y CPI.
De hecho esta medida constituye un hecho histórico, algo inédito desde la primera ocasión que se celebraron los Juegos en Atenas 1896. Ni siquiera se prohibió la entrada al país organizador durante la llamada gripe española en la justa deportiva de Amberes en 1920.
En toda la historia de la magna justa, solo hay un antecedente del retraso del encuentro: los Juegos de Londres 1944, que se aplazaron por la II Guerra Mundial y se realizaron en 1948.
El presidente del COI, el alemán Thomas Bach, dejó entrever la determinación al inicio de la reunión, avisando que “decisiones difíciles” serían necesarias para fortalecer la seguridad.
Incluso, la presidenta de Tokio 2020, Seiko Hashimoto, aseguró que fue una resolución “decepcionante”, pero “inevitable”, señaló el pasado 20 de marzo, fecha en la que el mundo se enteró de la noticia.
Sin embargo, el fallo se conoció semanas antes, por medio de filtraciones en las que se decía que los organizadores pensaban que una prohibición de entrada a visitantes procedentes del extranjero como la única opción, al intentar hacer unos Juegos Olímpicos seguros pese a la pandemia.
Incluso, Hashimoto admitió que incluso será difícil que los propios familiares de los deportistas que participen acudan a tierras niponas.
GRANDES PÉRDIDAS
Luego de conocerse las medidas, el comité organizador ahora enfrenta un laberinto en el formato para regresar el dinero a los fans internacionales que adquirieron los boletos − cuyo número ronda los 630 mil− y hacer frente a la pérdida de ingresos, cuyo presupuesto supera los 15 mil millones de dólares. Ahora, las autoridades deberán decidir cuántos espectadores locales podrán asistir a las pruebas.
Los “Juegos de la pandemia” favorecerán a las cadenas de televisión, cuyos derechos de retransmisión son cruciales para las finanzas del COI. El año pasado, los organizadores querían hacer de estos Juegos una celebración de “la victoria de la humanidad sobre el virus”. Pero su discurso ha cambiado radicalmente estas últimas semanas, insistiendo ahora sobre “la ansiedad” de los japoneses y “la prioridad” de su seguridad.
Japón, hasta ahora, ha controlado mejor que otros países la crisis sanitaria, mas ha tenido un recrudecimiento de las infecciones entre noviembre y finales de enero, forzando al gobierno a imponer temporalmente el estado de urgencia en una gran parte del país, incluido Tokio. El Estado nipón lanzó en febrero un programa de vacunación, pero por ahora solo concierne al personal sanitario. La mayor parte de la población del país no sería vacunada antes de los Juegos.
Desde hace varios meses, la opinión pública en el país del Sol Naciente es mayoritariamente hostil a la disputa de los Juegos este año, prefiriendo un nuevo aplazamiento en 2024 − que de acuerdo con la programación le corresponden a la ciudad de París, Francia; mientras los de 2028 a Los Ángeles, California−, o incluso, una anulación. Y
un sondeo publicado el 8 de marzo por el diario Yomiuri reveló que solo el 18 por ciento de los japoneses era favorable a que vinieran espectadores extranjeros a los Juegos.
MEDIDAS SANITARIAS
La organización de los Juegos de Tokio presentó el programa de medidas a efectuar del evento. La última prueba como ensayo general de lo que serán las competiciones olímpicas, se celebró el pasado 6 al 8 de marzo de 2020, antes de que la situación sanitaria se degradara, debido a la expansión de la pandemia, lo que provocó el aplazamiento de los Juegos.
Para asegurar el desarrollo normal de la competición se intentará “limitar los contactos, los saludos con la mano y mantener distancia de un metro, si dos metros no son posibles”, detalló Hidemasa Nakamura, uno de los responsables de la organización.
Los gritos de apoyo se prohibirán y los espacios comunes se ventilarán cada media hora.
El aforo preciso en las tribunas de cada recinto de competición se determinará en las próximas semanas en función “de datos científicos”, y conforme a las directrices nacionales, añadió Nakamura.
Tokio está actualmente bajo el régimen de estado de urgencia, con una capacidad limitada a cinco mil personas para los eventos deportivos.
VACUNACIÓN
La inmunización de los participantes no será obligatoria, pero el COI sí anima a hacerlo. De hecho, nuestro país ya comenzó con ello el pasado 18 de marzo, en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR), al oriente de la capital del país, con 95 atletas y equipos multidisciplinarios, con la marca Sputnik V, que muestra efectividad superior al 90 por ciento.
Los primeros en recibirla fueron los clavadistas Alejandra Orozco, Jahir Ocampo, los boxeadores Rogelio Romero o Héctor Aguirre; ellos, debido a que desde febrero pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que, además de adultos mayores y personal médico, los mexicanos que asistieran a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se agregan a los grupos prioritarios para adquirir la inmunización de un total de 700, según fuentes cercanas a la Conade.
México aspira a llevar a más de una centena de atletas y el pronóstico de las autoridades deportivas son cinco metales.
LLAMA OLÍMPICA EN CAMINO
El pasado 25 de marzo, la flama arrancó su recorrido Fukushima (noreste de Japón) sin público. La antorcha, de oro rosa con el extremo superior en forma de una flor de cerezo, fue encendida en el simbólico complejo deportivo J- Pueblo, mismo que sirvió de base a las operaciones de socorro, tras la catástrofe nuclear del 11 de marzo de 2011, el cual siguió al terremoto y al tsunami.
La presidenta de Tokio 2020, Seiko Hashimoto, aseguró en la ceremonia de lanzamiento que la llama olímpica será un “rayo de luz al final de la oscuridad”.
“Esta pequeña llama nunca perdió la esperanza y ha esperado este día como una yema de cerezo a punto de florecer”, agregó.
El relevo del fuego olímpico, al igual que los propios JO, será muy diferente al de ediciones anteriores, pues los espectadores tendrán que llevar mascarilla y no podrán animar.
Asimismo, el público podrá seguir su recorrido, que pasará por los 47 departamentos de Japón antes de llegar al Estadio Nacional de Tokio para la ceremonia de apertura de los Juegos el 23 de julio.
“El relevo de la llama pretende hacer saber que los Juegos Olímpicos se llevarán a cabo”, subrayó Toshiro Muto, director general de Tokio 2020. No obstante, reconoció que el relevo no bastará para “superar todos los desafíos a los que nos enfrentamos actualmente”, aunque los organizadores están convencidos de que contemplar la llama contribuirá a suscitar el entusiasmo.
“La gente se siente aislada en este momento”, declaró la presidenta de Tokio 2020. “Estos 10 mil corredores podrán conectarse con la gente de todo el mundo”, afirmó.
Por otra parte, unos 10 mil de los 80 mil voluntarios previstos para los Juegos Olímpicos de Tokio no asistirán al evento deportivo, reveló el comité organizador a 50 días de la inauguración. El director general de Tokio 2020, Toshiro Muto, declaró a la prensa local que voluntarios han decidido renunciar en los últimos meses, sobre todo, debido a la inquietud que p ersiste por el Covid-19. “Considero que no cabe duda de que una de las razones es la preocupación por las infecciones a causa del coronavirus”.
Debido a una cuarta ola de contagios, Tokio y otros nueve departamentos permanecerán en estado de emergencia sanitaria hasta un mes antes de los Olímpicos.
Existen indicios de que la opinión pública está cambiando de parecer a medida que la campaña de vacunación se acelera en la nación nipona, país que ha registrado, hasta mayo pasado, cerca de 13 mil muertes por coronavirus desde principios de 2020; en tanto, solo el 2.9 por ciento de la población ha recibido las dos dosis de la vacuna.
A tan solo unos días de la justa deportiva el primer equipo olímpico –jugadoras de softbol de Australia– aterrizó el pasado 1 de junio a Japón. Al mismo tiempo, una señal de que las dificultades persisten, pues un miembro de la escuadra de futbol de Ghana dio positivo recién a su llegada al país para un partido amistoso, según información de la Federación Japonesa de Futbol.
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Sin embargo, todo está listo para que la edición 29 de los Juegos Olímpicos sea la fiesta deportiva más importante del mundo. Sin fans en las tribunas, pero con la misma intensidad y pasión.