PATRiCiA FloRES QuiNTANA
DUQUE DI G ALLIANO
Patricia forma parte de un legado familiar de una de las compañías zapateras de mayor tradición en México. Iniciada por sus padres en 1976, la marca guanajuatense empezó con solo unos cuantos pares a la semana, sin maquinaria y con un puñado de herramientas básicas. “Hoy por hoy, la tecnología y las máquinas nos dan precisión y muchas ventajas, aunque lo seguimos considerando un trabajo muy artesanal por nuestros procesos”.
La pandemia fue todo un reto para las empresas como la suya. Las tiendas permanecieron cerradas y la demanda de calzado disminuyó, fue así como los ingresos en línea sacaron la casta por la compañía, iniciando un proceso de digitalización de ventas. “Somos una firma atemporal que no se estanca, que busca la calidad y la mejora continua. Estamos abiertos a nuevos horizontes, como en 2020 que lanzamos nuestra primera colección de dama y ha sido un éxito”. Su principal función en la empresa es enamorar de la marca a todo el personal y transmitirles esa pasión para que cada uno, en su puesto, haga las cosas de la mejor manera. “Me involucro en todo, en diseño, desarrollo de nuevos productos, tendencias, tiendas e imagen”. Sabe que aún hay mucho por hacer para que los mexicanos nos demos cuenta que las marcas nacionales ofrecen calidad en sus productos, manufactura y atención. “Nosotros tenemos variedad en diseños, incursionamos en algo más sport y estamos agregando nuevos modelos para dama. Queremos que Duque siempre sea la opción a la hora de buscar un zapato de calidad”.
Las nuevas exigencias de la marca obligaron a Patricia a dejar León para vivir en la Ciudad de México. “Viajo mucho para visitar las tiendas y escuchar a los clientes, pero todo vale la pena, porque el legado de la marca y de mi familia, lo merece”, finaliza Patricia.