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Ser piloto naval es un orgullo que representa su pasión, disciplina y sacrificios que la han llevado a alcanzar el éxito.

“SIEMPRE TUVE EL APOYO DE MI FAMILIA, MI PAPÁ ME DIJO QUE SI YO DESEABA HACER ESTO ME APOYARÍA, QUE YO TENÍA

LAS ALAS Y ÉL ME AYUDARÍA A VOL AR”.

Ayara es una mujer inteligente, ambiciosa y brillante, mexiquense originaria de Atlacomulco Estado de México y licenciada de Piloto Naval, (ingeniera, geógrafa e hidrógrafa) por la Escuela Náutica Mercante de Veracruz. “Sin duda es una carrera de sacrificios, regularmente paso más de cuatro meses a bordo de un barco y sin ver a mi familia, pero para mí

esta carrera lo es todo”, comentó. Desde niña, Ayara recuerda que su madre solía coleccionar revistas, en una de tantas encontró una publicidad de cruceros la cual logró atraer su atención. Con ello, coincidencias llegaron a su vida ya que años posteriores uno de sus primos el actual capitán de barcos de Ocean en Campeche fue la persona que finalmente la inspiró e impulsó a comenzar esta travesía. “Siempre tuve el apoyo de mi familia, mi papá me dijo que si yo deseaba hacer esto me apoyaría, que yo tenía las alas y él me ayudaría a volar”,

expresó. Además, Ayara aseguró se ha enfrentado a grandes retos, incluso desde que era estudiante ya que mencionó solo pertenecía al 10 porciento de la población estudiantil siendo mujer; así mismo aseguró que en ocasiones llegó a sufrir bullying, acoso y discriminación laboral a bordo, pues no le permitían realizar ciertas actividades por pertenecer al género femenino, principalmente si se trataba de sus labores como oficial. Esta exitosa joven aseguró que la fortaleza mental, la pasión, la inteligencia, la disciplina, la adaptación, los idiomas, además de una gran responsabilidad son piezas clave que se requieren para poder desempeñarse como piloto naval. “El problema de la sociedad actual es el diferenciar, el decir que alguna carrera o actividad no son para las mujeres cuando todos los trabajos pueden ser realizados por ambos sexos, no hay diferencia”, mencionó.

Ayara está convencida de que tiene la capacidad física y mental para realizar todo lo que se proponga, ejemplo de ello han sido sus experiencias de viaje que ha podido disfrutar en lugares como: Estados Unidos, Brasil, Las Bahamas, República Dominicana, Croacia, Francia, Argentina, Perú, y muchos países más, haciendo lo que más le gusta. Sin duda su pasión ha sabido contagiar a los demás, ha participado en varios debates, algunos de ellos a nivel nacional en los cuales siempre ha buscado apoyar la inserción de las mujeres en el ámbito marítimo. “Es un paso muy grande que se debe cambiar no solo en México sino en el mundo, ya que es un paradigma que persiste. Yo he sido portavoz en varias conferencias, es algo que me encanta, también disfruto presumir mis fotos y lo que hago porque de alguna manera motivo a más mujeres a que logren sus sueños”, argumentó.

Ella está convencida que su labor más importante es llevar a cabo el desempeño de su trabajo, pero también hacerlo notar, dándole difusión al trabajo que realiza e inspirar a más personas. Cabe mencionar que desde la escuela, Ayara siempre se mostró como alumna destacada con un aprovechamiento académico alto, algo que le permitió presenciar en Palacio

Nacional junto al entonces Presidente Enrique Peña el grito de Independencia. “También tuve la fortuna de conocer a varias autoridades como el Secretario de Comunicaciones y Transportes, la Secretaria de Educación Pública, así como a Virginia Sendel, fundadora de la Fundación Michou y Mau, entre otros personajes más”, explicó.

Por otro lado obtuvo reconocimiento por parte de algunas revistas, entre ellas una australiana, quienes hablaron de su trabajo y trayectoria. Parte de sus aspiraciones presentes son lanzar una línea de trajes de baño y a largo plazo le gustaría llegar a hacer capitán de barco, para lo cual dijo trabajará y buscará obtener dos licencias más, así como algunas horas marítimas para poder lograrlo.

SIN DUDA ES UNA CARRERA DE SACRIFICIOS, REGULARMENTE PASO MÁS DE CUATRO MESES A BORDO DE UN BARCO Y SIN VER A MI FAMILIA, PERO PARA MÍ ESTA CARRERA LO ES TODO