SU METAMORFOSIS
El cambio es la única constante, aún en su profesión. Para la nutrióloga, este año ha sido de transformación, de adaptación. Tanto en su vida privada como profesional, Orianna ha dado el salto a un nivel de vida desde donde puede aportar más a la comunidad.
Su boda fue el punto de quiebre. La pandemia de Covid- 19 aceleró sus planes con Miguel
Lucatero; los novios postergaron la ceremonia religiosa y la fiesta, para unirse ante la ley, en la hacienda Real de Velasco, con una lista muy limitada de invitados. “El cambio ha surgido, ahora se trata de disfrutar los momentos en los que estamos justos”, dice. No puede hacer home office ni tampoco confinarse en su casa. Como responsable del área de alimentos de un hospital privado en Pachuca, Orianna prepara dietas especiales para pacientes
con enfermedades crónicas. “Las actividades continúan como todos los días, aunque han cambiado un poco. Hay que tener más precaución, utilizamos equipo y uniformes especiales para entrar en las habitaciones”, cuenta. Mientras trabaja en el hospital, Orianna ha aprovechado el tiempo para desarrollar su marca personal: Nutribal, en Instagram
y Facebook, desde donde ofrece consultas privadas de nutrición y asesoría en temas como lactancia materna. Ahí sube recetas, tips y datos que pretenden cambiar los hábitos alimenticios de sus seguidores.
“Me emociona ver que realmente estoy logrando mis objetivos con cada uno de mis pacientes. No es solo llevar una dieta como muchos dicen, es cambiar el estilo de vida por
completo”, asegura. Hacen falta profesionales como ella, sobre todo en una crisis sanitaria como la que enfrenta nuestro país.
En sus tiempos libres, Orianna da vuelo a su creatividad en la cocina. “¡Amo cocinar! Me pongo a crear recetas nuevas, siempre trato
de innovar”, comenta. La fiesta de bodas ya no tiene fecha, Orianna y Miguel ya son una familia, que se apoya mutuamente en la conclusión de sus metas personales.