Conoce a Paola Cruz, la maquillista que va más allá del beauty y apuesta por la pantalla grande.
Después de un año en la Vancouver Film School, descubrió que el makeup va más allá del beauty y que con su talento puede crear historias inolvidables.
Dejas de ver el cine como magia, ya sabes cómo se hace”.
En la prepa, Paola era la que maquillaba a sus amigas para las fiestas, pero cuando salió de la Zoebisch el futuro se tornó incierto. “Mi hermano empezó a buscar un curso que fuera para films y me dijo: ¿Sabes qué? Vi que en esta escuela tienen un programa de maquillaje y caracterización para cine; la buscamos y me terminé yendo”, cuenta.
En Canadá perfeccionó su técnica. “Tú piensas en maquillaje y piensas en el maquillaje social, pero también puedes hacer efectos especiales. Me gusta mucho la parte de estar detrás de cámaras, crear máscaras, prostéticos, esculturas y demás”, revela.
Paola se fue pensando que ya sabía inglés, pero se dio cuenta que no era lo mismo hablar con sus maestros que con los nativos. Fue todo un desafío para ella participar en ese programa, pero valió la pena, regresó con otra visión del cine, de la vida y de su futuro.
“Dejas de ver el cine como magia, ya sabes cómo se hace. Cada que veo películas con mi novio Eric le digo: Eso es maquillaje, le rompo la ilusión”, bromea. “Está padre saber cómo lo hicieron”.
En la VFS Makeup Design For Film & Television imparten clase maquillistas prodigio del cine, quienes han colaborado en producciones como El Planeta de los Simios, El Efecto Mariposa, Crepúsculo y The Walking Death.
No hay una escuela como esta en México, que ofrezca a los artistas estas dos posibilidades: “O te dedicas al set, maquillando los prostéticos y dando retoques o estás en el workshop, donde tú haces las estructuras de las máscaras y las entregas al set. Lo que me gusta es estar en el workshop, ahí se hace el trabajo pesado”, explica Paola.
En cuanto ella regresó de Vancouver, llegó la pandemia y su ilusión se ha detenido. Mientras tanto estudia Mercadotecnia en la Escuela Bancaria y Comercial, pero su sueño es hacer carrera en la pantalla grande y en un futuro instituir una escuela de maquillaje como la que conoció.
“Por eso me fui, porque no hay. Las escuelas de maquillaje te enseñan a hacer beauty makeup, a poner sombras…”, lamenta. Su primera opción es hacer carrera en México, pero de no encontrar acomodo, no descarta la opción de llevarse su don a Los Ángeles o volver a Vancouver.