EN PORTADA: Novena Certificación de Caballos Friesian
La novena certificación de caballos friesian, que por tercera ocasión consecutiva tuvo como sede Rancho El Descanso, dejó cautivados a los más de 3 mil asistentes que disfrutaron una tarde campestre.
Espectacular, uno de los eventos más bonitos y concurridos, ¿mejor?, imposible”.
- LETY SAHAGÚN -
Logramos el objetivo de tener la más alta calidad en caballos friesian, obteniendo grandes premios, contando con espectáculos de gran nivel y, sobre todo, logramos que nuestros invitados se sintieran atendidos y felices, ¡eso es la experiencia friesian!”.
- MARIO CAMPERO -
Los anfitriones, Mario Campero, y su esposa, Noemí Acedo de Campero, recibieron con una franca sonrisa a los aficionados que llegaban dispuestos a disfrutar la Experiencia Friesian 2018, ataviados con elegantes looks campiranos, luciendo botas y sombreros aptos para la ocasión. En esta edición, 52 caballos de raza friesian, procedentes de todas partes del país, participaron para ser autentificados por los miembros del jurado perteneciente a la KFPS Royal Friesian, asociación holandesa que legitimiza el linaje de los corceles. En el evento también estuvo presente Ana María de Jager, presidenta de la Asociación Mexicana del Caballo Friesian. Desde las 10 de la mañana y durante 12 horas consecutivas, el rancho se convirtió en una gran fiesta con música en vivo, shows en el ruedo, comida servida por cuatro restaurantes, exposiciones de arte, moda y activaciones en los stands de distintos patrocinadores de lujo. “Este año vinieron caballos en menor cantidad, pero de mejor calidad, esta vez fuimos más selectos con los participantes, tuvimos la presentación del mejor semental en México que acaba de llegar y hubo más shows, hubo carretas, hubo espectáculos arriba de los caballos, para que los asistentes vieran las diferentes disciplinas en las que se pueden utilizar”, contó Campero, encargado del criadero y reconocido empresario, cuyos corceles ganaron los mejores premios. El clima durante la tarde fue perfecto y, tanto los asistentes, como los jueces procedentes de la corona holandesa, quedaron fascinados con la organización de un evento de tal magnitud en México.