Fernando Fernández ez
El nuevo rector del Instituto Cultural Tampico, nos habló de sus retos y metas por alcanzar durante su cargo, te presentamos la entrevista para que lo conozcas más a fondo y descubras su gran amor por la educación.
Dedicarse a la docencia es la labor más loable y ennoblecedora, pues tiene como meta fomentar y orientar a las nuevas generaciones para alcanzar con éxito su vida laboral, y un gran ejemplo de esta gran profesión es Fernando Fernández Font, quien emprende una nueva aventura profesional como rector del Instituto Cultural Tampico, y es que su experiencia en cargos educativos, avalan su capacidad y profesionalismo.
El Rector se caracteriza por ser una persona alegre, optimista, inquisitivo y siempre echado para adelante, amante de la naturaleza, de la vida, de la ecología y el deporte.
Cree apasionadamente en Jesucristo, en el Evangelio y en la buena noticia que nos ofrece. Su mayor estímulo para seguir creciendo es la ilusión por colaborar en la implantación del Reino que nos ofreció Jesús en el Evangelio: un Reino de fraternidad e igualdad, lleno de amor y de justicia.
Su trayectoria profesional inició durante su formación como jesuita, en la que le ofrecieron diversos campos del saber: espiritualidad, humanidades, filosofía y teología. Tiempo después llegó su primera oportunidad como profesor de filosofía. Posteriormente, lo invitaron a ser rector del Instituto Lux, una escuela en León; de ahí pasó a ser rector de la Universidad Iberoamericana de Puebla.
Antes de terminar su servicio fue llamado por el Provincial de los Jesuitas para ayudarle como asistente para el sector educativo de la provincia. Cinco años después, regresó como rector a la Iberoamericana de Puebla. Estuvo seis años ahí y ahora como rector del ICT.
Su vocación por la educación nació a partir de la necesidad interior de compartir con los demás lo que él iba viviendo y conociendo, especialmente con el deseo de ofrecer instrumentos que colaboraran al cambio social.
“El saber que estoy contagiando la pasión por creer que otro mundo es posible, es lo que más me gusta de mi profesión”
Esta etapa como nuevo rector del ICT la está viviendo con entusiasmo y mucha ilusión por todo lo que se puede hacer, está convencido que la sociedad del futuro dependerá en buena medida de lo que hoy ofrezcamos a los estudiantes.
“Lo importante es que ellos salgan marcados y vivan su futuro ámbito profesional desde la opción por los pobres: que no vivan para ellos mismos si no desde ellos para colaborar en la transformación de esta sociedad injusta y desigual”.
Antes de finalizar nos compartió los nuevos proyectos que tiene para el ICT. “Mantener el nivel académico y de compromiso social de los estudiantes. Afianzar a su corazón el sello ignaciano de ser hombres y mujeres para y con los demás, en búsqueda de la utopía perdida de un mundo para todos. Continuar con todos los requerimientos que surjan de FLACSI, para mantener el nivel de calidad que les ha dado tanto prestigio e implementar una pedagogía más acorde con la educación actual. A nivel de infraestructura, en la medida de que haya recursos, construir la casa de oración, una alberca y un gimnasio”.