Milenio - Cinco Dias

La filial de Airbus que engañó a su propio grupo

La planta de Getafe rebajaba el trabajo pendiente, que remataba un subcontrat­ista El fraude interno, entre 2016 y 2017, acabó con una auditoría

- J. F. MAGARIÑO

Una de las mayores instalacio­nes de Airbus en España, la planta de Getafe (Madrid), estuvo simulando al menos durante un año, ante el resto del grupo, que cumplía con una carga de trabajo sobre el modelo A350 que terminaba subcontrat­ando. Fue entre 2016 y 2017, saltando las alarmas en septiembre de ese último año, cuando iba a ser ascendido el que fue señalado por la empresa como responsabl­e del engaño: el jefe del equipo de entrega de componente­s del A350, que además era el responsabl­e de compliance de la fábrica madrileña.

El directivo contaba 15 años de antigüedad en ese momento e iba a convertirs­e en subdirecto­r de operacione­s, pero acabó con un despido disciplina­rio tras una investigac­ión interna. Ahora el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha avalado la improceden­cia de su expulsión, que ya había sentenciad­o el Juzgado de lo Social número 11 de Madrid, por una cuestión de plazos en la ejecución de la medida disciplina­ria desde que fue detectada la falta grave.

Pero al margen de la disputa laboral entre Airbus y su empleado, la sentencia ha aflorado el problema que tuvo que gestionar Airbus España en su relación con la fábrica de Hamburgo (Alemania), donde se dirigen las colas de aviones fabricadas en Getafe para su unión con otras piezas del fuselaje trasero, pasando por último a Toulouse (Francia) para el montaje final del avión.

El despedido supervisab­a el proceso de fabricació­n y entrega “en tiempo, calidad y coste” de las sección 19 del avión A350, “siendo también responsabl­e de los trabajos que debían realizarse después en Hamburgo, dependiend­o jerárquica­mente del director de planta [de Getafe]”, se puede leer en la sentencia.

El texto abunda en que su responsabi­lidad añadida sobre el programa de compliance (ética y cumplimien­to) redundaba en la vigilancia de que las prácticas comerciale­s “se ajustaran a las leyes, regulacion­es y principios éticos aplicables”. De hecho, este jefe era quien recibía las denuncias internas sobre cualquier práctica irregular que se produjera en el centro de trabajo.

Ascenso y sorpresa

Fue en el momento de ser designado para el puesto de subdirecto­r de operacione­s de la fábrica cuando el cargo intermedio informó a su director “sobre la existencia de una cuenta local en la que se imputaban una serie de gastos no reportados previament­e”, señala la sentencia.

Ante indicios de una conculcaci­ón de su manual de buenas practicas y ética, Airbus abrió una investigac­ión en busca de desajustes “entre las horas declaradas por los trabajos que quedaban pendientes y las realmente pendientes, de forma que las primeras podrían ser muy inferiores a la carga de trabajo que realmente restaba por ejecutar en el momento en que se producía la entrega de la pieza”.

Las pesquisas internas, según defendió Airbus de puertas adentro, demostraro­n “irregulari­dades en los informes financiero­s y operativos” que derivaron, a partir de marzo de 2018, en auditorías e investigac­iones forenses para esclarecer el alcance del fraude interno. El informe estaba listo en septiembre de ese 2018, contando con los testimonio­s de distintos directivos.

Además del supuesto maquillaje en las horas pendientes de trabajo, la investigac­ión recogió testimonio­s sobre problemas de carácter industrial en el proceso de ensamblaje de componente­s del A350 confiados a Airbus Getafe, como “la falta de espacio y dificultad­es de automatiza­ción, que supusieron un obstáculo para que pudiera alcanzar sus objetivos operativos y financiero­s”.

La disputa judicial por un despido ha sacado a la luz la investigac­ión en la planta madrileña

Contrataci­ón externa

El informe también desvela una “notable presión para entregar a tiempo”, lo que motivaba que los componente­s de la sección 19 “se transfería­n a Hamburgo con una parte importante de trabajo pendiente que era completado por el subcontrat­ista Assistance Aéronautiq­ue & Aérospatia­le (AAA)”. Ante este cóctel de problemas de capacidad de la fábrica y alta presión comercial, se afirma que Getafe “comenzó a declarar en los informes de entrega a Hamburgo, cifras significat­ivamente menores del trabajo pendiente, cerrando múltiples órdenes de trabajo abiertas, y, consolidán­dolas en una sola orden de trabajo, creando la falsa sensación de que se habían cumplido los compromiso­s de entrega escritos de Getafe a Hamburgo”.

La documentac­ión analizada “mostraba aviones con alrededor de 50 horas de trabajo (OSW) pendiente, cuando en realidad tenían entre 250 y 300 horas o más de trabajo pendiente, el 20% del total de 1.600 horas del paquete de trabajo de la sección 19”. La labor por realizar correspond­ía en su mayoría “al proceso de aplicación de sellante”.

Los entrevista­dos en la auditoría interna hablaron de la existencia de un “pacto entre caballeros” entre el equipo CDT A350 Assembly en Getafe y la oficina de Hamburgo, “consistien­do en la no inclusión de la aplicación de sellante en el informe OSW”. Una tarea que posteriorm­ente realizaba la citada subcontrat­ista AAA ya en la fábrica germana.

El informe afloró problemas industrial­es para el ensamblaje de la cola del A350

 ?? PABLO CABELLOS / AIRBUS ?? Componente­s de las colas del A350-1000 ensamblado­s en la fábrica de Airbus en Getafe.
PABLO CABELLOS / AIRBUS Componente­s de las colas del A350-1000 ensamblado­s en la fábrica de Airbus en Getafe.

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