Bruselas investigará en profundidad el acuerdo Google-fitbit
La pesquisa podría hacer descarrilar la compra de 1.900 millones de euros Se da hasta el 9 de diciembre para decidir si bloquea o no la operación
La Comisión Europea llevará a cabo una investigación en profundidad sobre la adquisición de Fitbit por parte de Google. La decisión, anunciada esta semana por el Ejecutivo comunitario, llega tras una primera revisión del acuerdo y amenaza con hacer descarrilar la compra del fabricante de relojes inteligentes por 1.900 millones de euros.
Bruselas señaló que teme que la operación, anunciada el pasado año, “refuerce aún más la posición de Google en los mercados de la publicidad online, aumentando el volumen de datos que el gigante de internet podría utilizar para personalizar la publicidad que propone o muestra”. Igualmente teme que la compra dañe la competencia.
Entre las preocupaciones identificadas por la Comisión se incluye el impacto de la operación en la provisión de servicios de publicidad en línea y la prestación de servicios de “tecnología publicitaria” (herramientas analíticas y digitales utilizadas para facilitar la venta y compra programática de publicidad digital).
La decisión adoptada por Bruselas se produce pese a que Google se había comprometido el pasado junio a no utilizar los datos de Fitbit para su publicidad. Una promesa que, según indicó ayer la Comisión Europea, es “insuficiente” para calmar sus preocupaciones. El organismo de control europeo aseguró ante este escenario que se da hasta el 9 de diciembre para decidir si bloquea o no la operación. Mientras, Google dijo que cooperará con el proceso.
Según la vicepresidenta comunitaria y responsable de Competencia Margrethe Vestager, los datos generados por los dispositivos de Fitbit (relojes y pulseras) facilitan “información esencial sobre la vida y la salud de los usuarios”. Por ello, señaló, la investigación pretende garantizar que con esta compra, el control de Google sobre los datos recopilados a través de esos dispositivos “no generará distorsiones de competencia”.
Bruselas cree que la compra de Fitbit otorgaría a Google una mayor ventaja en la personalización de anuncios a través del motor de búsqueda, lo que supondría una nueva barrera de entrada y expansión para sus competidores en el sector de servicios publicitarios online. Ello perjudicaría en última instancia tanto a anunciantes como a editores, que se enfrentarían a precios más altos, según advirtieron.
Aunque la Comisión Europea ha dicho que su principal preocupación es esa “ventaja” que darán los datos a Google para servir anuncios más personalizados, la investigación también analizará los efectos de la compra en el incipiente sector sanitario digital de Europa y si Google tendría los medios y la capacidad para dificultar que los wearables desarrollados por rivales trabajen con su sistema operativo Android.
Google ha defendido siempre que “este acuerdo es sobre dispositivos, no sobre datos”. Y ha dicho que la compra de Fitbit le permitiría tomar posiciones en el negocio de los wearables. Un mercado en crecimiento, y que según IDC, estaba dominado por Apple en el primer trimestre de 2020.
Quiere determinar si los datos que lograría le darían un poder que dañaría la competencia