América Latina impulsa el vehículo eléctrico
Colombia, México y Ecuador eximen de impuestos a estos coches Argentina, Brasil y Uruguay no cobran aranceles a la importación
La automoción española ha recibido del Estado un cheque de 3.750 millones para superar el bache del Covid. Pero, a largo plazo, las buenas relaciones pueden resultar más útiles que el dinero. Las de Aedive con América Latina, por ejemplo. La asociación empresarial que aglutina a toda la cadena de valor del vehículo eléctrico, desde fabricantes a gestores de carga, firmó recientemente un acuerdo de colaboración con Latam Mobility, una comunidad de ejecutivos que promueve la electromovilidad al otro lado del Atlántico.
La alianza tiene el fin evidente de acelerar el desarrollo de esta tecnología en la región, aunque también representa una oportunidad para que las compañías españolas del sector ganen presencia en un mercado “en franco desarrollo y en el que se prevé una eclosión extraordinaria en los próximos años”, explica Arturo Pérez de Lucía, director general de Aedive.
“La cuota del coche eléctrico en América Latina es mínima aún”, admite desde Ciudad de Panamá Rebeca González, cofundadora de Latam Mobility. “Ningún país llega al 0,5% del total de ventas anuales, cuando en China y otros mercados ya suponen el 5% o más. Sin embargo, las metas de los Gobiernos y el menor coste de las baterías de litio –en la última década han bajado en un 89%, según Bloombergnef– va a permitir su despegue”, sostiene.
“La cifra de matriculaciones es todavía muy insignificante”, coincide Pérez de Lucía. “Entre 2016 y 2019 se registraron más de 6.000 automóviles eléctricos. Pero se prevé que las ventas de vehículos en la región se triplique para 2050, por lo que las Administraciones quieren trabajar para cambiar el paradigma”, sostiene.
González precisa que solo entre 2018 y 2019 las ventas de turismos eléctricos en Latinoamérica aumentaron un 59%, con 5.642 unidades (entre puros e híbridos enchufables). “El crecimiento ha sido relativo si lo comparamos con el registrado a nivel mundial, que sobrepasó los 2,1 millones. México y Colombia lideran este segmento en la zona con 1.644 y 1.362 unidades matriculadas en 2019, respectivamente, muy por delante de República Dominicana (740), Chile (606), Costa Rica (513) y Brasil (604)”, detalla.
Sin embargo, el director general de Aedive recuerda que el transporte genera el 20% de las emisiones de CO2 en la región, por lo que su descarbonización es clave para frenar el cambio climático. En ese sentido, asegura que el Covid, lejos de suponer un retroceso, ha provocado un impulso hacia
La cuota de esta tecnología en la región es mínima aún: en ningún país llega al 0,5%
adelante en la necesidad de avanzar en este proceso. “La transición hacia la movilidad eléctrica puede ayudar a los países a cumplir el Acuerdo de París, mientras se crean nuevos empleos verdes como parte de la recuperación pos-covid-19”, afirma.
González corrobora que muchas ciudades han empezado a rediseñarse para dejar más espacio al transporte público pero también a bicicletas y escúteres eléctricos. “Desde que comenzó la pandemia, el número de consultas que recibimos sobre electromovilidad ha crecido más de un 600%”, indica.
Ciertamente, donde Aedive ve más oportunidades de mejora es en la electrificación del transporte público, ya que en la zona circulan un millón de autobuses y su uso per cápita es el más grande del mundo, con una media de antigüedad de entre 10 y 15 años. “Chile, Colombia, Ecuador y Brasil van adelante en la incorporación de eléctricos a su flota de autobuses”, refiere.
Si bien no hay ayudas directas a la compra como en España, un reciente informe de la ONU muestra progresos en incentivos fiscales. Colombia, México, Ecuador, Costa Rica y Paraguay han eximido a estos vehículos del pago del impuesto de matriculación. Estos mismos países y otros cinco (Antigua y Barbuda, Argentina, Brasil, República Dominicana y Uruguay) han eliminado el arancel a su importación.
Las ciudades avanzan en la electrificación de los autobuses públicos