Por la pandemia
El multimillonario que está vendiendo casi todos sus bienes
Ronald Perelman ha puesto en venta su avión, su yate y sus obras de arte
El multimillonario busca una mayor tranquildad para estar con su familia
Poco a poco, el multimillonario Ronald O. Perelman se está desprendiendo de sus tesoros. Su avión Gulfstream 650 está a la venta. Al igual que su yate de 78 metros. Tras acordar con Sotheby’s la venta de obras de arte por el valor de cientos de millones de dólares, los camiones de mudanzas abandonaban estos días su casa en el Upper East Side con cajas llenas de obras.
Ha vendido sus participaciones en AM General, fabricante del vehículo Humvee, también ha vendido una empresa de aromatizantes de la que había sido dueño durante décadas y ha contratado a bancos para que se encarguen de vender las acciones que posee en otras empresas.
¿Qué está sucediéndole? Sus hazañas tanto dentro como fuera de Wall Street han sido populares en Nueva York desde los ochenta, pero ahora, a una edad a la que el resto de multimillonarios comienzan a relajarse Perelman, de 77 años, se enfrenta una serie de desafíos financieros. La riqueza del que una vez fue considerado el hombre más rico de Estados Unidos ha caído de 19.000 a 4.200 millones de dólares en los últimos dos años, según el Índice de multimillonarios de Bloomberg.
Banqueros, miembros de la alta sociedad y coleccionistas de arte han estado hablando de Perelman desde que su compañía de inversiones, Macandrews & Forbes, anunció en julio la reestructuración de su cartera de inversiones debido a la pandemia y sus consecuencias sobre las empresas estadounidenses, la suya incluida.
“Rápidamente tomamos medidas importantes para reaccionar al entorno económico sin precedentes con el que nos enfrentábamos”, declaró Perelman. “He sido muy sincero sobre mi intención de reducir el apalancamiento, optimizar las operaciones o vender activos para convertirlos en efectivo y poder buscar nuevas oportunidades de inversión, y eso es exactamente lo que estamos haciendo”.
Perelman también dio razones más prosaicas para el cambio, como haber pasado tiempo con su familia durante el confinamiento o su deseo de una vida más simple. “Me di cuenta de que durante demasiado tiempo me he estado aferrando a cosas que ni siquiera uso o incluso quiero”, dijo. .
Graydon Carter, exeditor de Vanity Fair que conoce a Perelman desde hace tres décadas, dijo que el cambio en la actitud de Perelman es sincero. “A menudo, cuando la gente dice este tipo de cosas, enmascara algo más. En el caso de Ronald, es cierto”, dijo Carter. “Ha aprendido a amar y apreciar las comodidades de la familia y el hogar”, dice.
Carter describió a Perelman como un “espadachín carismático” que alguna vez disfrutó demasiado de las noches en el círculo social de Nueva York. Pero dijo que Perelman ahora está “loco por pasar tiempo en casa” con su quinta esposa, Anna, una psiquiatra, y sus dos hijos pequeños.
Su patrimonio ha caído de 19.000 millones de dólares a 4.200 millones
“Me di cuenta de que durante mucho tiempo me aferré a cosas que ni siquiera uso”