Los productos más atractivos
Planes de pensiones. Es el producto idóneo para ahorrar de cara a la jubilación. Aunque en España cuenta con incentivos fiscales, el dinero no se puede tocar hasta que pasan 10 años, salvo algunos supuestos excepcionales (desempleo, enfermedad grave, etc.).
Fondos de inversión. Su gran ventaja es que es un producto líquido. Se puede vender en cualquier momento y, a los dos días, se recibe el dinero. Otra ventaja es que es un mercado más abierto que el de los planes de pensiones, y con comisiones más baratas. Los fondos de ciclo de vida van reduciendo su nivel de riesgo a medida que se acerca la edad de jubilación.
Fondos para minimizar el riesgo divisa. Operando con la idea de combatir la volatilidad de las monedas, este tipo de fondos busca que sus clientes consigan una buena rentabilidad en el largo plazo. Los expertos consideran que más que un fondo en el que depositar el grueso del capital, pueden ser un buen complemento a otras inversiones.
Planes individuales de ahorro sistemático (PIAS). En este tipo de producto se puede rescatar a partir del quinto año. Se exige que se cobre siempre en forma de renta vitalicia.
Planes de previsión asegurados (PPA). Tiene las mismas características que los planes de pensiones, pero en formato asegurador. Al estar asegurado el capital, los rendimientos que ofrecen son bajos.
Seguros individuales de ahorro a largo plazo (Sialp). Se pueden meter hasta 5.000 euros al año, y las rentabilidades generadas están exentas si se rescata al quinto año. Los retornos que ofrecen son bajos.