La UE propone endurecer hasta el 55% el recorte de emisiones de CO2 para2030
La presidenta Von der Leyen anuncia el nuevo objetivo en el Parlamento Teresa Ribera respalda la medida como “un buen punto de partida”
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció recientemente una nueva propuesta para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea de cara a 2030, que será de, “al menos, el 55%” en lugar del 40%, respecto a 1990, fijado hasta ahora, en relación a los niveles ese año. “Reconozco que este aumento es demasiado para algunos y no suficiente para otros. Pero nuestro estudio de impacto claramente muestra que nuestra economía e industrias pueden trabajar con ello. Y así lo desean”, afirmó Von der Leyen en su discurso sobre el estado de la Unión Europea en el Parlamento Europeo.
La política alemana señaló que las evaluaciones de esta meta que ha elaborado la Comisión apuntan a que “pondrá a la UE en el camino firme para ser un continente climáticamente neutro en 2050”, esto es, para que emita solo el CO2 que sea capaz de absorber en su territorio. También permitirá al continente europeo cumplir con los compromisos que exige el Acuerdo de París, añadió Von der Leyen, quien consideró asimismo que si otros países siguen este camino “el mundo logrará mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de los 1,5 grados centígrados”.
“Estoy al tanto de que muchos de nuestros socios están lejos de este punto, pero tenemos que liderar con el ejemplo. El objetivo es ambicioso, realizable y beneficioso para Europa. Podemos hacerlo”, insistió la alemana. La presidenta de la CE subrayó que el Pacto Verde Europeo es “el mapa para lograr esa transformación” e incidió en que en su núcleo está “la misión de ser el primer territorio climáticamente neutro en el año 2050”.
“No llegaremos a ese punto si mantenemos el statu quo”, advirtió Von der Leyen, que avanzó que la Comisión Europea revisará toda la legislación comunitaria en materia de clima y energía antes del próximo verano.
En este sentido, anunció que el objetivo es que un 37% de las inversiones del plan de recuperación europeo tras el coronavirus, dotado con 750.000 millones de euros, se gaste de forma directa en los objetivos del Pacto Verde. También aseguró que el 30% de los fondos del plan de recuperación, que se financiará al completo a través de la emisión de deuda, sean “a través de bonos verdes”.
Por otro lado, el vicepresidente de la CE encargado del Pacto Verde, Frans Timmermans, dijo en Twitter que considera “realista” ese nuevo objetivo para “mejorar nuestra salud y bienestar y hacer crecer nuestras economías de manera sostenible”. Y añadió que hoy jueves, junto con la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ofrecerá detalles de cómo lograr el nuevo objetivo.
España acepta
La vicepresidenta para Transición Ecológica, Teresa Ribera, manifestó de inmediato su respaldo a la propuesta planteada por
Von der Leyen. En una nota de prensa, Ribera considera que el hecho de que la Comisión Europea apueste por un objetivo más ambicioso en 2030 es una “señal clara sobre el liderazgo climático de la Unión Europea” y la sitúa “en el mejor punto de partida para poner en marcha cuanto antes una recuperación verde”.
En su opinión, el objetivo de 2030 es “fundamental” para aprovechar los recursos que se movilizarán en el paquete de recuperación económica acordado por los líderes europeos en julio, que sitúa la transición ecológica como eje vertebrador del proceso de recuperación de nuestras economías, por lo que prevé aumentar el objetivo climático de esos fondos del 30% al 37%.
Para Ribera, la muestra de ambición es “plenamente compartida por el Gobierno de España” y refleja que la acción climática no puede ser un compartimento estanco, sino que debe integrarse como eje vertebrador de las acciones europeas para la recuperación.
El respaldo de España a la nueva propuesta responde a cuatro motivos: permite responder a la demanda
El PNIEC español plantea un objetivo mucho menor: el 23% en 2030
Pero el esfuerzo de España es mayor pues debe recuperar más años de subidas
de ciencia, por las oportunidades que genera para la economía en un momento crucial en el que es necesario sentar las bases de la recuperación; en términos de modernización de la economía, empleo, mejora de la salud o desarrollo industrial; por el sentido de justicia social que representa, y porque se sitúa en senda de cumplir con el Acuerdo de París.
Aunque el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) presentado por España plantea un objetivo de reducción de emisiones para 2030 del 23% y el proyecto de Ley de Cambio Climático, que se encuentra en tramitación parlamentaria, de un 20% para esa fecha, la meta española es de las más ambiciosas. A diferencia de la UE, que entre 1990 y 2017 redujo sus emisiones un 23%, España las incrementó un 18%. En este contexto, España plantea como objetivo para 2030 reducir las emisiones un 23% respecto de los niveles de 1990; lo que equivale a una reducción del 35% respecto de los niveles de 2017 (el doble del esfuerzo que el que se plantea la UE en su conjunto, 22%, en el mismo periodo 2017-2030).