“Meliá puede resistir muchos meses más”
Riesgos. El mundo automóvil está en el inicio de la movilidad que los expertos llaman “semiautónoma”. Un sistema independiente de control de estabilidad evita que el vehículo derrape. Muchos coches cuentan ya con un sistema que mantiene la distancia con el vehículo delantero gracias a un conjunto de láser y cámaras y es capaz de frenar antes de que la persona siquiera haya reaccionado.
Navegación. El coche también puede mantenerse en su carril sin que el conductor toque el volante. Una cámara ve las líneas pintadas y sabe tanto seguir una curva como quedarse en línea recta. El vehículo también puede saber cuándo girar a la derecha o la izquierda y poner el intermitente, así como advertir al conductor mediante una luz que parpadea en el retrovisor que se acerca un coche.
Velocidad. Otras de las ventajas da la movilidad semiautónoma es que el coche puede regular la velocidad y avisar de que se está sobrepasando el límite. Además, también puede identificar diferentes obstáculos, como una rotonda, un ciclista o una persona. “Va jugando con el sistema láser y puede frenar si se le cruza algo por su camino”, explica Chicharro.