Europa busca ganar independencia frente a EE UU
La firma española está en el consejo de dirección del proyecto Gaia-x El sistema quiere plantar cara a actores como Google o Microsoft
Europa quiere contar con su propio sistema de almacenamiento de datos en la nube para evitar la dependencia de otros grandes operadores estadounidenses como Google, Microsoft o Amazon y al mismo tiempo poder rentabilizar el negocio del intercambio de datos, que muchos analistas consideran como el negocio más rentable en un futuro a corto plazo. Y para ello ha ideado el proyecto Gaia-x, que se lanzó en junio como una iniciativa franco- alemana, con 11 empresas alemanas y 11 francesas, y que posteriormente ha ido creciendo con la implicación del sector privado en el resto de países.
En la actualidad ya hay más de 100 empresas presentes en los 20 grupos de trabajo organizados por sectores, en los que están representados seguros, salud, finanzas o movilidad. Dos de ellas son españolas, Gigas y Amadeus, y esta última además lidera el grupo de trabajo sobre espacio de datos europeo de movilidad y tiene un representante en el consejo de dirección.
El nuevo petróleo
“El nuevo petroleo son los datos y las empresas no quieren ceder sus datos porque consideran que alguien va a hacerse de oro con ellos”. Jean-françois Cases, director global de propiedad intelectual de Amadeus, cree que ese es el principal mito que se pretende derribar con Gaia-x y para ello describe que se está creando un sistema de almacenamiento en la nube que elimine los recelos de usuarios y empresas. “Si un cliente toma un avión desde Madrid a Niza y es Lufthansa la que tiene sus datos en la nube y se los pide el aeropuerto de Madrid, los puede compartir, siempre y cuando haya obtenido el consentimiento previo, haciendo que el usuario tenga una mejor experiencia y que su compañía obtenga un beneficio económico”, recalca en entrevista telefónica desde Bruselas, minutos después de hacer una presentación sobre el grupo de trabajo que lidera.
Siguiendo con el ejemplo, Cases recalca que Lufthansa podría compartir la información con los gestores del tren, del metro, la industria hotelera o los restaurantes por donde vaya a pasar el cliente cuando llegue a Niza. Para romper ese muro de desconfianza, la Comisión Europea va a arrancar el proyecto ( las primeras experiencias están previstas para 2021 y 2022 en una implantación que se podría alargar una década) haciendo aportaciones iniciales a pérdidas que servirán para incentivar económicamente a las empresas a la hora de compartir datos. “Posteriormente no serán necesarias porque las empresas que paguen por los datos comprenderán que ese gasto les servirá para generar muchos más ingresos”.
El mercado de datos en la nube, con solo un 20% de la información disponible compartida, generó un negocio de 301.000 millones de euros en 2018, según las estimaciones de la Comisión Europea. La puesta en marcha de proyectos como Gaia-x, entre otros, podrían casi triplicar esa cifra hasta los 829.000 millones en 2025.
Mayor soberanía
Otro de los objetivos que mueven el proyecto es lograr un sistema de almacenamiento en la nube más adaptado a las particularidades europeas y reducir la dependencia de grandes operadores de otros países.
“En EE UU, las regulaciones están más homogeneizadas, mientras que en Europa hay más fragmentación y una mayor sensibilidad hacia la privacidad de los datos. Al mismo tiempo hay una fuerte necesidad de intercambio de datos y un ánimo de soberanía frente a competidores de otros países”, recalca Cases. En su opinión, la gente se pregunta qué pasa con sus datos si están en posesión de un operador de EE UU o cómo van a poder reclamar si tienen que denunciar cualquier violación de sus derechos.