Más de 4 mil cristianos asesinados por su fe en 2018
Si te preguntaran cuál es la religión más perseguida en el mundo, seguramente no responderías que la cristiana, sin embargo, lo es. Las persecuciones contra cristianos aumentaron en el mundo durante 2018, por sexto año consecutivo, según la ONG Puertas Abiertas, que analiza la situación de los cristianos que son víctimas de opresión, discriminación y hasta asesinatos en 50 países del mundo.
En total, 245 millones de cristianos católicos, ortodoxos y protestantes son perseguidos, lo que equivale a “uno de cada nueve cristianos”.
El número de cristianos asesinados aumentó de 3.066, en 2017, a 4.305, en 2018, un aumento de 40 por ciento. “Lo que llama la atención es que África se ha convertido en el centro de la violencia contra los cristianos”, con 4.165
muertos.
“Sólo Nigeria tuvo 3.731 muertos”. Este país se enfrenta a una doble amenaza, la del grupo yihadista Boko Haram, que es “cada vez más violento”, y la de los “pastores Peuls, que descienden al sur del país y atacan sistemáticamente las aldeas cristianas”.
Sin embargo, hay países como Corea del Norte en el que se desconoce el número de muertes debido a la falta de “datos fiables”; sin embargo, se sabe que “decenas de miles de cristianos están encerrados en campos de trabajos forzados”. Lo mismo sucede con China.
Afganistán, Somalia, Libia, Pakistán, Sudán, Eritrea, Yemen, Irán, India, Siria, figuran en la lista de países donde ocurren “persecuciones extremas”.
La ONG considera que el “extremismo islámico” es “un factor importante en la persecución de los cristianos en 38 de los 50 países del índice”, sobre todo África, Oriente Medio y Asia. En un año, “el número de iglesias atacadas, dañadas o quemadas casi se duplicó, pasando de 793 a 1,847”, mientras que “el número de cristianos detenidos aumentó de 1.905 a 3.150” en el mismo período.
Hace algunos años leí un magnífico libro del historiador Jean Meyer, Una cruzada por México, que habla de cómo los católicos mexicanos fueron auxiliados por el Papa, los católicos del mundo y especialmente estadounidenses, una solidaridad y un sentido de fraternidad cristiana que me dejó asombrado y que hizo que me preguntara:
¿Y nosotros que hacemos por nuestros hermanos cristianos perseguidos?
¿Al menos somos conscientes del problema?
¿Mínimo oramos por ellos para que el Señor los fortalezca?
¿Nos unimos a las asociaciones internacionales, como por ejemplo “La Iglesia que sufre” que les hace llegar ayuda concreta?
¿O pecamos de indolencia y omisión?
Nunca es tarde para empezar a mostrar nuestra fraternidad y ayuda para con nuestros hermanos cristianos perseguidos.