Tropiezos de la Inteligencia Artificial
Las capacidades de generación, almacenamiento y procesamiento de información han crecido exponencialmente en la última década. Los algoritmos matemáticos de detección de patrones y predicciones que hace 50 años se estudiaban y desarrollaban quedaba plasmados en revistas de investigación sin poder probarse en la realidad, las limitaciones de cómputo y cantidad de información, no lo permitían. Hoy es una realidad; se tienen los datos, se tiene la tecnología y la velocidad de procesamiento y cada vez es más común escuchar la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje de máquina en el día a día de nuestras vidas; desde nuevas canciones a escuchar, qué película o serie de televisión ver, dónde comer, qué libro leer, hasta sugerencias para nuestro próximo viaje; la combinación poderosa de la cantidad de datos analizados por los algoritmos que buscan patrones de consumo y gustos similares a los nuestros han ampliado la oferta de productos y servicios y también complicado nuestro proceso natural de selección.
Se ha generado, con justa razón, mucha expectativa sobre el potencial de aplicaciones de la IA. Recién nos estamos percatando de la inmensidad de tareas que el ser humano realiza y que pueden ser automatizadas por estos algoritmos.
Tendemos a olvidar que todo tiene su proceso de madurez, no solo los humanos pasamos por una infancia, adolescencia, adultez y vejez, también cada nueva tecnología debe y tiene que pasar por estas etapas. Quisiéramos llegar rápido y poder gozar de los beneficios prometidos. Es naturaleza humana. La IA no solo es el juguete nuevo de las grandes empresas tecnológicas y comerciales, también lo es para la industria de la medicina.
Es en la medicina donde quisiéramos que los avances se dieran a mayor velocidad, y no es sorpresa que la IA se está aplicando con excesiva prisa para analizar datos en algunas áreas de la investigación biomédica. Se ha pretendido que los algoritmos son infalibles y en opinión de un destacado científico informático y estadístico de Estados Unidos, informa The Financial Times, comentó que la prisa por llegar a resultados ha llevado a hallazgos inexactos.
Genevera Allen de Baylor College of Medicine y Rice University comentó para The Financial Times, en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia:: “No confiaría en una fracción muy grande de los descubrimientos que se están realizando actualmente utilizando técnicas de aprendizaje automático aplicadas a grandes conjuntos de datos”.
Me inclino a pensar que hay que tratar con mesura los resultados que se obtengan de la aplicación de algoritmos IA y siempre seguir con rigurosidad el método científico para poder determinar si los resultados se pueden generalizar. Debemos recordar que todo es un proceso de madurez y la IA se encuentra en su etapa de infancia. Todo a su tiempo.
ENTRE MUNDOS Y NEGOCIOS
•Director de análisis financiero fj.cadenanamorfin@gmail.com