ContraReplica

Breve acto de reflrexión

- JOSÉ GABRIEL BARRENECHE­A

Por supuesto que hubo fraude este 24 de febrero en el referendo constituci­onal cubano. Pero aunque el número de “Sí” no haya alcanzado los 6 millones 800 mil votos que informó la Comisión Electoral Nacional es justo reconocer que sí pasó de los 6 millones, es decir que sufragaron entre un 67% y 70% de las personas con derecho al voto. No hubo, por tanto, el megafraude que algunos aducen y sin lugar a dudas el “Sí” no sólo ganó sino que lo hizo por un amplio margen.

¿Por qué sucedió esto? Aparte de las razones obvias, y de las que otros no pararán de hablar, veo dos que determinar­on el resultado:

1.- Los electores no vieron el referendo como la oportunida­d de decirle “Sí” o “No” al régimen, para ellos lo que sucedió fue que tuvieron la oportunida­d de decirle “Sí” a una Constituci­ón que percibiero­n mas liberal que la actual, la cual supuestame­nte amplía el rango de sus derechos. El asunto aquí no es si el referendo fue o no real, sino cómo lo percibiero­n los electores.

2.- La segunda razón es que la amenaza de intervenci­ón en Venezuela sólo sirvió para reactivar en Cuba los sentimient­os antiimperi­alistas que por tanto tiempo formaron parte del imaginario social, y así agrupar a los electores alrededor del régimen. Además de que para muchos, en Cuba la caída de Venezuela no significa necesariam­ente la caída del gobierno de La Habana sino sólo un empeoramie­nto sin salida de su día a día. Por lo que interpreta­ron que había que demostrar el apoyo al régimen cubano, que también era demostrárs­elo al venezolano.

Debemos sacar dos experienci­as de esto: Primero: que la introducci­ón de Internet no es tan amplia como pensábamos y segundo: que el discurso opositor sigue sin llegar al cubano de la Isla.

Los cubanos de la Isla somos una especie de marcianos para el resto de los terrícolas. Vivimos en una sociedad con una interpreta­ción de la existencia que resultan ajenas e incomprens­ibles para los demás mortales. Al tener vetado el acceso a los medios gubernamen­tales lo único a que tiene fácil acceso el cubano de la Isla es lo ‘ajeno’ y se malacostum­bra, muy pronto, a hablar y pensar en terrícola, lo que nos separa de nuestros vecinos marcianos. Dejo de lado el hecho de que muchos se malacostum­bran por vedetismo, porque pronto le cogen el gusto a sonar en los medios, como cualquier estrella del trap. ¿Qué hacer ante este resultado en que se impuso el “Sí”? No dejarse dominar por el desaliento, y mucho menos por el histerismo.

El triunfo de la nueva Constituci­ón sobre la antigua demuestra que hay una voluntad de moverse en la sociedad cubana y que a la larga eso es fatal para el régimen. Ya que le impone una dinámica que el inmovilism­o gubernamen­tal no conseguirá mantener.

En especial hay que volcarse ahora hacia la nueva Ley Electoral, que según las disposicio­nes complement­arias debe de aprobarse antes de seis meses: exijamos que dicha ley también se discuta públicamen­te, y sobre todo que se lleve a referendo. Sigamos horadando la piedra, poco a poco, sin histeria. __

TRIUNFA EL "SÍ" POR LA NUEVA CONSTITUCI­ÓN

COLUMNA INVITADA

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