El fin justifica los medios
Cuántas mujeres más tendrán que endosar la lista de feminicidios para que realmente surjan políticas públicas que prevengan la violencia en contra de ellas y, sobre todo, que garanticen su vida? Hasta hace unos días expresé mi rechazó al vandalismo de que fueron objeto los monumentos históricos de esta ciudad, hoy considero que si con romper cristales, pintar esculturas y grafitear fachadas bastara para detener los feminicidios también me pondría de parte de quienes han sido violentadas y asesinadas.
Apenas hace 10 días nos indignamos por el homicidio de Abril Pérez que había denunciado estar en peligro en manos de su exmarido, vimos todo un performance en pleno Zócalo en contra de los violadores y escuchamos que se instauro la alerta de género y nada ha cambiado, no hay día que no aparezca una mujer muerta en nuestro país.
Con rabia infinita leí un mensaje en Twitter de Vica, una joven que informaba a las redes sociales de que su tía, que había desparecido el pasado fin de semana, había sido encontrada muerta en un rio, con la cara cortada y advertía que si no había justicia pronta saldría a la calle a destruir todo lo que encontrara a su paso.
¿El asesinato de una mujer por las razones que sean justifican la violencia que hemos visto en las últimas manifestaciones de féminas enloquecidas por la ira, el miedo y la frustración? Creo sinceramente que sí, que no se pueden quedar pasmadas mientras matan a sus hijas, hermanas, amigas, madres… en espera de que las autoridades tomen en serio este problema que crece como la espuma.
Las mujeres en México estamos rotas. Las violaciones no cesan, los intentos de secuestro se suscitan todos los días y a todas horas, las agresiones de género son miles y muy diversas, la violencia intrafamiliar es apabullante y las muertes en manos de sus parejas son cotidianas.
No me extrañaría que en los próximos días vuelvan a tomar las calles las mujeres que están hartas de ser usadas, ultrajadas y humilladas; que vuelvan a recorrer las avenidas no para bailar y gritar en una sola voz: “Tú eres el violador”, sino para quitar a su paso todo lo que las libere de esta justificada indignación porque nadie, ni las feministas que están en áreas del gobierno federal, estatal y municipal, hacen nada para detener a los agresores.
Con discursos vacíos y promesas torpes no van a evitar que sigan los feminicidios, se requiere urgentemente de casas de protección para las mujeres amenazadas por sus maridos, policías y jueces eficaces en la detención y procuración de justicia y sanciones ejemplares que pongan a temblar a quien piense en agredir y quitarle la vida a una mujer.
Me uno a la voz de “Ni una muerta más”, el fin justifica los medios.
•Egresada de la EPCSG. Exdiputada constituyente. Defensora de los derechos de los animales y fundadora de "Ángeles Abandonados"