Transparencia y periodismo de investigación
Las condiciones para ejercer el periodismo en México se han hecho cada vez más precarias. A la crisis económica del país se suma la que experimentan los medios de comunicación desde hace más de una década, sobre todo por no hallar un modelo de negocio que garantice su viabilidad financiera e independencia editorial.
Con la pandemia la situación empeoró y casi todas las empresas periodísticas han despedido a editores, reporteros, fotoperiodistas, correctores, diseñadores y personal administrativo que hacen posible la investigación, producción y publicación de información; otras optaron por recortes salariales y de prestaciones laborales, además de cancelar proyectos o planes de crecimiento y contrataciones.
Para colmo, los mecanismos federales y estatales para proteger a los periodistas no han frenado los ataques y amenazas contra quienes ejercen la profesión; ahora hasta el fideicomiso federal para atender este problema está por desaparecer.
La crisis en los medios tiene múltiples aristas y la salida tendrá que ser en varios frentes, pero a pesar de ello hay un boom de investigaciones periodísticas realizadas por reporteros que trabajan sin contrato o como freelance.
En algunos casos las alianzas entre medios y reporteros tanto mexicanos como extranjeros han dado lugar a importantes investigaciones sobre actos de corrupción. El financiamiento de fundaciones, organizaciones privadas o civiles ha permitido realizar varios de estos trabajos, pero también es una fuente de recursos escasa y muy competida.
Muchos periodistas han optado por trabajar como freelance ante el desempleo en el gremio. En parte, la condición económica de los medios de comunicación hace inviable sostener numerosas redacciones y tener un grupo dedicado exclusivamente al periodismo de investigación que, por sus propias características, requiere de plazos mucho más largos de elaboración antes de publicar.
Algunos periodistas prefieren mantener su independencia editorial, su libertad para investigar los temas que les interesan y por ello no se ven dentro de una redacción ni contratándose con un medio, pues significaría casarse con una política editorial que no siempre coincide con la suya. El trabajo de freelance les permite dar prioridad a sus temas, mantener su independencia y autonomía de investigación, aunque enfrentan grandes problemas para financiarlas y para su sustento personal y familiar.
A estos periodistas independientes, ya sea porque así lo decidieron o porque fueron despedidos, la realización de investigaciones a fondo se ha convertido en una alternativa laboral. Para su trabajo han recurrido con mayor frecuencia a obtener información al amparo de las leyes de transparencia.
Hoy es más frecuente leer investigaciones que encuentran sustento en la información obtenida al amparo de esas leyes, ya sea por las respuestas a decenas o cientos de solicitudes de información pública o por los portales de transparencia.
La información obtenida a través de esas leyes sirve escasamente para los periodistas que trabajan la “nota del día”, pues los plazos de respuesta a las solicitudes o para la publicación en los portales de transparencia son incompatibles con la inmediatez de ese tipo de noticias.
Más bien, las leyes de transparencia han venido a fortalecer el periodismo de investigación y en esta situación de crisis en el gremio, el ejercicio de ese derecho puede ser un aliado de los reporteros que hoy tienen en el periodismo independiente una alternativa de profesionalización.