Alcaldías de alfombra roja
Dice el dicho que lo que mal empieza, mal acaba. Y algunas de las y los alcaldes que rindieron protesta el 1 de octubre, dejaron ver el tipo de gobierno que nos espera. Excesos, frivolidades, egos, malas compañías y discursos triunfalistas enmarcaron el primer día. El viernes pasado, desde muy temprano, en las inmediaciones del Congreso ya había contingentes que fueron movilizados para apoyar a los nuevos gobernantes. Los medios se enfocaron en la alcaldesa Lía Limón, de Álvaro Obregón, Mauricio Tabe, de Miguel Hidalgo y Giovani Gutiérrez de Coyoacán. A las 9 y media ya solo faltaba la alcaldesa de Milpa Alta, Judith Vanegas.
La ceremonia transcurrió con calma, en medio de un ambiente de cortesía y respeto mutuo, hasta que el diputado panista, Christian Von Roehrich, enardeció los ánimos y terminó regañando al alcalde de Iztacalco, Armando Quintero, una falta de respeto hacia uno de los 16 protagonistas del día. Y para cerrar, el diputado Octavio Rivero dejó claro que Morena sigue siendo la fuerza mayoritaria en la capital.
Pero quien se llevó el día, incluso por encima del Secretario de Gobierno, Martí Batres, que acudió en representación de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y dicho sea de paso, fue bien recibido, fue la reelecta alcaldesa de la poderosa Iztapalapa, Clara Brugada. Con ovaciones quedó claro que es una de las cartas fuertes rumbo a la sucesión en la ciudad.
Después de las porras y fotos, cada quien se fue a su alcaldía y pudimos observar algunas muestras de lo que nos espera en los próximos tres años.
La que se llevó la nota fue Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc, con una alfombra roja al estilo de los Premios Oscar y por la que no solo desfiló ella, sino también varias figuras del espectáculo. Excesos, zona VIP, juego de luces, mariposas que liberaron y que después mataron (que alguien le avise a Profepa) con el espectáculo de fuegos artificiales digno de un 15 de septiembre. Se hizo bolas intentando aclarar el origen de los recursos y justificar el dispendio. ¿Con qué cara podrá decir que no le dejaron recursos en la alcaldía?
Mauricio Tabe, alcalde de Miguel Hidalgo, agasajó a sus invitados con un evento muy alejado de la austeridad republicana, con flores hasta en la fuente. Y a pesar de ser el único que salió previamente a presentar a su equipo de trabajo, se quedó muy lejos de la paridad de género.
Lía Limón, alcaldesa de Álvaro Obregón, invirtió buen recurso en su evento de arranque, todo para impresionar a invitados como Jesús Ortega, Xóchitl Gálvez, Jorge Romero, Margarita Zavala, Miguel Ángel Osorio Chong y Alejandro Moreno; algunos de los cuales también visitaron otras alcaldías.
Giovani Gutiérrez, alcalde de Coyoacán, sin grandes personalidades, con un buen discurso y una ceremonia atropellada, arrancó manteniendo la línea discursiva y estrategia de comunicación que le funcionó en campaña. Olvida que gobernar es otra cosa y la realidad ya lo alcanzó con las inundaciones de este domingo. Y si quería llamar la atención, lo hizo con un logotipo que en redes sociales desató polémica por su lejanía de los coyotes prehispánicos y su cercanía con un personaje infantil conocido como Baby Shark.
Así algunas y algunos alcaldes en su primer día. Seguramente la integración de sus gabinetes seguirá dando de qué hablar.
ENTRE GITANOS
Conapesca, a cargo de Octavio Alberto Almada Palafox, tuvo malos resultados en una auditoría realizada por el Contralor Interno, Adán Ernesto Flores Gómez, a la Subdirección de Recursos Materiales y Servicios Generales. Salieron muy mal, sobre todo en el Departamento de Adquisiciones. No solo lo dicen trabajadores y proveedores, lo dice la misma auditoría y como ejemplo tenemos pagos indebidos por servicios no prestados. Hay más de 30 millones de pesos por aclarar y 2 millones que deben recuperarse. Sergio Garibay Escobar, titular de esa Unidad de Administración, debe actuar y no hacer quedar mal a Almada Palafox.