Buscan eliminar programa
Una joven que recibe los beneficios del Obamacare fue retirada del Senado donde los republicanos intentan desaparecer dicho programa que sería un triunfo del presidente Trump.
Los republicanos hacen equilibrios para entregar a Donald Trump su primera victoria política, una por la que el partido lleva luchando siete años: el reemplazo de Obamacare. Ayer, los senadores conservadores presentaron un borrador del plan para acabar con el programa sanitario de Barack Obama.
Implica pequeños cambios respecto a la primera propuesta aprobada por la Cámara de Representantes, que según los cálculos dejaría a 14 millones de personas sin seguro médico en 2018. Los republicanos tratarán de aprobar la ley la próxima semana, pero todavía no está claro que tengan los apoyos necesarios. Cuatro conservadores ya se han distanciado del documento presentado.
Es la segunda fase del proceso para aprobar la ley. El primer paso lo dieron los republicanos en la Cámara de Representantes el 5 de mayo. Ahí, la propuesta fue validada por cuatro votos de diferencia tras semanas de negociaciones. Los republicanos trataron de aprobarla semanas antes, pero tuvieron que suspender la sesión ante el bloqueo del ala más conservadora del partido, que consideraba que el proyecto era demasiado moderada. Ante esas trabas, la mayoría republicana del Senado optó por alterar su iniciativa para asegurar una cómoda victoria al presidente. Durante la campaña, Trump fue muy crítico con la medida de Obama y prometió un reemplazo total del programa.
La decisión de modificar la propuesta de ley vino alentada por el propio presidente. Días después de celebrar en la Casa Blanca la victoria parcial de los congresistas republicanos, Trump calificó el texto de “maligno”, y solicitó al Senado una versión “generosa, amable y con corazón”. Según el informe de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, siglas en inglés), la versión aprobada en mayo dejaría a millones de personas sin cobertura sanitaria, reduciría la expansión de Medicaid -el programa de sanidad pública para personas de pocos recursos- y aumentaría los costes mensuales. A cambio, el Estado se ahorraría 119 mil millones de dólares a lo largo de una década.
El expresidente Barack Obama denunció el plan de los senadores republicanos: “No es una reforma sanitaria. Es un traspaso de riqueza de la gente de clase media y baja a los estadounidenses más ricos. Millones de familias perderán sus seguros”.