Fallecen tres en protestas
Dos jóvenes y un agente murieron el jueves en los enfrentamientos que protagonizaron en la capital nicaragüense, Managua, manifestantes y policía durante la tercera jornada de protestas contra la polémica reforma de la Seguridad Social (INSS).
Se trata de la peor crisis política que enfrenta el Gobierno del exguerrillero sandinista Daniel Ortega en los últimos años. Su esposa y vicepresidenta del país, Rosario Murillo, deseó a los manifestantes “un castigo divino”.
La rabia y la indignación se apoderaron de Grethel Urbina cuando acudió a la sede del Instituto de Medicina Legal en Managua para reclamar el cuerpo de su hermano Darwin, una de las víctimas de los disturbios que se registran desde el miércoles en el país. Grethel culpó ante los medios de comunicación a la Policía de la muerte de su hermano. “La guardia lo mató”, dijo. “No era ningún perro. Fueron los antimotines quienes agredieron a los estudiantes. ¿Dónde está Daniel Ortega?”, cuestionó la mujer, en referencia a la ausencia del presidente desde que se desató la crisis.
Además de Darwin Urbina, el Gobierno confirmó la muerte del subinspector de la Policía Jilton Rafael Manzanares, de 33 años, en las cercanías de la Universidad Politécnica de Nicaragua, uno de los puntos de violencia de la capital. También murió Richard Pavón, un estudiante de 17 años. Se distancian empresarios
El Consejo Superior de la Empresa Privada, la principal cámara empresarial de Nicaragua, se distanció ayer del Gobierno del presidente, con el que mantenía una relación “de consenso” al tomar decisiones importantes.
También convocó en Managua a todas sus empresas afiliadas y a sus trabajadores a una marcha nacional “pacífica” el próximo lunes. José Adán Aguerri, presidente de la cámara, exigió a Ortega el cese de la represión, la liberación de los apresados durante las protestas y el respeto a la libertad de expresión.