Domestica Alemania a Facebook
La seguridad es escasa en este edificio en el extremo occidental de Berlín. En el interior, un letrero advierte: “¡Todo el mundo sin una insignia es un potencial espía!”
Repartidos en cinco pisos, cientos se sientan en filas de seis escaneando las pantallas de sus computadoras. Todos han firmado acuerdos de no divulgación. Cuatro especialistas en trauma están a su disposición toda la semana.
Ellos son los agentes de Facebook. Y tienen el poder de decidir qué es la libertad de expresión y qué es el discurso de odio.
Este es un centro de eliminación, uno de los más grandes de Facebook, con más de 1,200 moderadores de contenido. Están limpiando el contenido, desde propaganda terrorista hasta símbolos nazis y el abuso infantil, que viola la ley o los estándares comunitarios de la compañía.
Alemania, sede de una nueva y resistente ley de incitación al odio en línea, se ha convertido en el laboratorio de uno de los problemas más apremiantes para los gobiernos de hoy en día: cómo regular la red social más grande del mundo.
En todo el mundo, Facebook y otras plataformas de redes sociales se enfrentan a una reacción contra sus fallas para proteger la privacidad, las campañas de desinformación y el alcance digital de los grupos de odio.
En los EU, el Congreso lla- mó a Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook, para testificar acerca de la incapacidad de la compañía para proteger la privacidad de sus usuarios.
A medida que el mundo se enfrenta a estas fuerzas en ascenso, Europa y Alemania en particular han emergido como los reguladores de facto de la industria, ejerciendo influencia más allá de sus propias fronteras.
La ofensiva digital de Berlín contra el discurso de odio está siendo vigilada por otros países. Y los funcionarios alemanes están jugando un papel importante detrás de una de las medidas más agresivas de Europa para controlar a las compañías de tecnología, estrictas reglas de privacidad de datos que entran en vigencia en toda la UE a el 25 de mayo y están impulsando cambios globales.