Gobierno de Obrador y la fantasía del 4%
» La previsión más optimista de S&P para la expansión de la economía de México en los siguientes años es de entre 2% y 3%; requiere inversión privada
La meta de crecimiento económico de 4% fijada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es simplemente irrealizable si se mantienen las tendencias actuales de inversión privada en el país. Esa opinión es compartida por analistas de dos de las principales calificadoras en el mundo y economistas de Estados Unidos.
Sostienen que la disminución de inversión privada en un contexto de incertidumbre se suma a un panorama económico mundial menos favorable que en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Con base en esas tendencias, los analistas ven difícil que la administración de López Obrador logre romper el ciclo de magro crecimiento que la economía mexicana ha mantenido en el siglo XXI. Según ellos, todo apunta a una expansión económica promedio apenas superior al 2% anual.
“La preocupación real que tenemos es que la inversión del sector privado –y me refiero incluso a la mexicana y no a la inversión extranjera directa– ha caído significativamente en los meses recientes”, comenta a Proceso, Joydeep Mukherji, analista para México de la calificadora Standard & Poor’s (S&P).
Según el Plan Nacional de Desarrollo presentado la semana pasada por el presidente López Obrador, la economía de México crecerá 4% durante su gestión, y existe la posibilidad, dijo, de que incluso sea de 6%.
Sin embargo, la desaceleración de 0.2% de la economía en el primer trimestre de este año en comparación con el periodo anterior sugiere que la maquinaria económica se mantiene prácticamente estancada.
La previsión de S&P para la expansión de la economía de México en los siguientes años es de entre 2% y 3%.
Proyección poco realista
La caída en la inversión, iniciada en el sexenio de Peña Nieto, se ha acentuado no sólo por la incertidumbre natural del cambio de gobierno, ni porque la nueva administración sea identificada con la izquierda, sino por decisiones concretas como la cancelación del aeropuerto de Texcoco o la acotación a la inversión privada en Pemex, insiste el entrevistado.
Charles Seville, analista para México de la calificadora Moody’s Ratings, cree que un crecimiento de 4% es poco realista si se consideran las actuales proyecciones. “Se necesitaría mucha más inversión que la que se registra actualmente, lo que no parece muy probable ahora mismo. Además, la inversión pública que pudiera hacer el gobierno (de López Obrador) tiene muchas limitaciones por las restricciones fiscales. Ese es el problema”, dice a Proceso.
Subraya incluso que los grandes proyectos de infraestructura anunciados por López Obrador, como el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas, serían demasiado pequeños como para significar un cambio en el desempeño de la inversión, incluso si concitara una amplia participación de capital privado.
Según una encuesta difundida el jueves 2 por el Banco de México, sólo 5% de los inversionistas considera que éste es un buen momento para invertir en México, mientras 16% aventura que el clima de negocios podrá mejorar en los siguientes seis meses.
Felipe Hernández, economista para América Latina de la firma de análisis Bloomberg Economics, sostiene que la retórica de López Obrador no ayuda crear un clima de confianza entre los inversionistas.
El analista de S&P destaca que México carece de empresas públicas capaces de impulsar el crecimiento económico nacional mediante inversiones o políticas de desarrollo; los bancos de desarrollo mexicanos son diminutos, y tampoco cuenta con instancias que pudieran apuntalar programas de crecimiento.
Las excepciones son Pemex y, en menor medida, la Comisión Federal de Electricidad, aunque ambas tienen una deuda significativa, lo que las convierte más en un lastre que en un impulso para la expansión económica de México.