Inicia con pobre crecimiento
La desaceleración en la tasa de la expansión de la economía de México en el primer trimestre del año se debió tanto a una contracción relativa en el sector industrial como en el de servicios, lo que podría significar que uno de los puntos más pujantes de la expansión económica del país, el consumo o gasto privado, comienza igualmente a perder dinamismo.
Una baja en el gasto privado podría apuntar a que el entusiasmo de la gente provocado por la elección de López Obrador comienza también a disminuir. En su lugar, podría asentarse una mayor cautela, lo que limitaría el gasto y el crecimiento de la economía, sostiene Felipe Hernández.
Y agrega: “Uno de los principales retos para el gobierno no sólo es mantener el ritmo de crecimiento que el gobierno tenía anteriormente, el cual ya era bastante débil, sino cumplir con las metas ambiciosas de López Obrador. En ese sentido, el informe preliminar del primer semestre es muy preocupante”.
El banco de inversión Merrill Lynch, parte de Bank of America, calcula que el crecimiento de la economía de México para 2019 será de 1%, una expansión que incluso podría ser menor; para 2020 podría ser de 1.5%.
“El crecimiento promedio de la economía es un poco por debajo del 2%. Vemos difícil que el crecimiento en el sexenio (de López Obrador) pueda alcanzar un promedio de 4%. Pensaríamos que el crecimiento estaría más cercano a lo que hemos visto en el sexenio anterior o incluso un poco más bajo”, asegura Carlos Capistrán, economista para México de Merrill Lynch-Bank of America.
Ese magro crecimiento se debe a las muchas incertidumbres que plagan a la administración de López Obrador, algunas de las cuales son ajenas a la conducción del tabasqueño. No obstante, la incertidumbre también ha sido provocada por planes poco claros, admite Capistrán.