Se le escapa la Liga
Su tercer empate en cuatro jornadas, este frente a un bravo Atlético de Madrid que le arrancó un 2-2, le condena a depender de casi un milagro. Polémico por las decisiones arbitrales, el partido acabó por demostrar la realidad de un equipo herido y que da la impresión de no entender demasiado de las decisiones de su propio banquillo.
Existirá la opción, desde luego, de poner en el escenario las decisiones arbitrales... Y, también, existirá la realidad que, por encima de ellas, demuestra que el Barça está al final de un camino. Incapaz de revolucionarse por más que lo pretenda, no alcanza a dar ese paso al frente necesario.
Lo peor es contemplar como en seis jornadas desde que regresó la competición se ha dejado tres empates. Demasiado, seis puntos fatales...
Y eso que mejoró el equipo azulgrana su imagen. Dinámico en el centro del campo con la presencia, segunda consecutiva, de Riqui Puig, circuló el balón con mayor rapidez y con las líneas adelantadas... Lo que permitió al Atlético jugar a la contra con peligro y poder defenderse con solvencia, favorecido por la ausencia de extremos en el Barça.
Fue, probablemente, el mayor error estratégico de Quique Setién, que no rompió casi nunca por bandas a un rival ordenado y cómodo, en un partido jugado a gran ritmo y en el que, probablemente, habría obtenido mayor ventaja usando las bandas.
Y fue, como en años pasados, un duelo intenso, con goles, alternativas... Y polémica. Los dos goles del Atlético llegaron de penalti, el segundo del Barça también. Y los tres, todos, estuvieron rodeados de polémica.
EL DATO: El segundo empate liguero de la temporada en el Camp Nou; el tercero en las últimas cuatro jornadas. A partir de aquí, soñar con el título empieza a ser una quimera, para la siguiente jornada el Barca visita al Villarreal.