Activismo
La semana pasada la Jefa De Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, convocó a una rueda de medios para dar a conocer la identidad de una joven mujer que entregó despensas a las ocupantes del edificio de la CNDH y mostró fotografías cuando lo hacía y cuando desde el balcón principal de esa sede dirigió unas palabras y arengas a los presentes, llamó la atención tanto por el interés mostrado, como por quien la señaló.
No hay ley alguna que prohíba el activismo político y eso es precisamente lo que la Lic. María Beatriz Gasca Acevedo desplegaba dentro de sus derechos ciudadanos consagrados en la Constitución sin cometer ninguna falta, ni siquiera administrativa, como para merecer la atención de esa funcionaria que al parecer olvida fácilmente su propia carrera política cuando participó en el CEU grupo estudiantil muy activo y luego en 2008, más recientemente formó unas brigadas llamadas “Las Adelitas” que se manifestaron frente al Senado en protesta por la apurada aprobación de la reforma energética.
Beatriz (Bea) Gasca es una profesionista egresada de la Universidad de Celaya con estudios de postgrado en el IPADE y el Tecnológico de Monterrey, con una destacada carrera en el sector empresarial y reconocida también como conferencista al lado de figuras como Denisse Dresser y Fernanda Familiar, y tiene todo el derecho de apoyar a los movimientos que quiera sin que eso merezca reprobación o el juicio negativo de nadie.
Bea proviene de una muy respetada familia celayense, su difunto padre fue abogado y su hermano lo es, su madre, actualmente jubilada, fue profesora de primaria y directora de una escuela federal, su prima hermana fue regidora en el Ayuntamiento, de modo que no se trata de una delincuente o una resentida social, y se deben respetar escrupulosamente sus libertades ciudadanas, sin ocuparse de sus inclinaciones políticas como negativas.Estas declaraciones públicas obligaron a Bea a renunciar a un importante puesto en una compañía que también recibe ataques oficiales hasta la fecha infundados. Lo que más necesita nuestro país es la participación de sus pobladores en los asuntos nacionales y que mejor que se trate de personas preparadas y honradas. Solo los gobiernos autoritarios se benefician de un pueblo apático y sometido a sus designios y caprichos.
A la lic. Gasca no se le encontró pintarrajeando un edificio ni vandalizándolo, tampoco se enfrentó a las fuerzas policiacas o lesionó a sus agentes, solamente entregó alimentos a mujeres que expresan abiertamente su rechazo a un régimen misógino y carente de empatía con las necesidades de la mitad de la población, y manifestó públicamente su apoyo a mujeres maltratadas, representantes de las asesinadas y otras con causas similares, lo que merece María Beatriz Gasca Acevedo es nuestro reconocimiento y hasta agradecimiento por atender las necesidades de otras activistas y expresar lo que muchos otros sentimos y no siempre podemos manifestar abiertamente, como valientemente hizo.