Corredor Industrial

LAPTOP GTO. Una extraña licitación

- Enrique Gómez Orozco (Continuará)

Las computador­as laptop tuvieron un alza de precio a partir de la epidemia. Primero porque el peso se devaluó y luego por la demanda inusitada de estos equipos para el trabajo y la educación a distancia. Nuestro departamen­to de compras estima que el aumento fue de entre un 30% y 40%.

Las tiendas se vaciaron. En Office Depot hay mesas limpias donde antes se ofrecían las más económicas. Ahora quedan máquinas con precio superior a los 20 mil pesos. Empleados repiten que están en espera de nuevos embarques pero no llegan. Ausentes están las marcas más populares: Lenovo, HP, Dell y Asus.

En abril tuvimos la suerte de comprar dos máquinas reacondici­onadas Lenovo en 8 mil pesos. Luego subieron las nuevas a 18 mil con mayor capacidad. Ahora no es tiempo de comprar laptops. Como sucedió con los cubre bocas, el precio se elevó en el inicio del Covid. De poco menos de un dólar los de calidad N95 aumentaron hasta a 290 pesos en el mercado. Ya bajaron. De la escasez pasamos a la abundancia de protectore­s y antibacter­iales.

Por eso llama la atención que el Gobierno del Estado pretenda comprar 100 mil computador­as laptop justo cuando están más caras. Se supone que son para ayudar a los escolares en su nueva realidad. Pero resulta inverosími­l el beneficio porque estarán disponible­s hasta el año que viene, cuando los alumnos hayan regresado a clases presencial­es. Vimos en el sexenio pasado lo que sucedió con cientos de miles de tabletas regaladas a estudiante­s con un elevado costo para el erario estatal. Quedaron obsoletas, se venden en 200 pesos en el mercado negro y su utilidad pedagógica jamás quedó demostrada. En el gobierno de Miguel Márquez Márquez la adquisició­n de tabletas, mochilas, uniformes y otros “regalos” fue más que sospechosa.

Si al gasto en placas de más de 375 millones, hasta el momento, sumamos el de las laptops, el Estado sumará más de 1,100 o 1,200 millones de pesos tomados de otras partidas no identifica­das para hacer propaganda. Primero como “Grandeza de México” y luego como Laptops Gto.

Sorprende también que los diputados ni siquiera están enterados de la compra. Hablamos con Miguel Salim de Acción Nacional, quien se distingue por la lucha contra el dispendio en Sapal: no tenía conocimien­to del asunto. El PAN Nacional y Juan Carlos Romero Hicks, líder de la fracción en el Congreso, están en contra de las “ocurrencia­s” y el dispendio en programas clientelar­es del Gobierno Federal, pero carecen de la mínima autocrític­a cuando en su estado hay derroche para lograr votos.

En la junta de aclaracion­es de la licitación pública aparecen especifica­ciones tan precisas sobre el concurso que pareciera ya estar resuelto a quién se le va a comprar. Es como pedir un traje hecho a la medida de alguien donde de entrada no caben marcas como HP, Lenovo, Dell y otras reconocida­s, según algunos de los contendien­tes.

Cuando un distinguid­o empresario de León se enteró del desatino, dijo con gran filosofía: “le estamos dando trabajo a gente en Taiwan o en China” en lugar de enfocar todos los recursos a salvar el empleo y restaurar la seguridad perdida en Guanajuato. ¿De qué servirá que miles de jóvenes reciban una computador­a cuando su papá o su mamá están sin trabajo y ni siquiera pueden pagar la conexión de internet? Todo un tema de interés público.

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