Corredor Industrial

Las moradas de la cultura

Parte 11

- Arq. Javier Martín Ruiz javiermart­in37@gmail.com

Termino -casi- la historia del Archivo Histórico Municipal de Irapuato –AHMI-, lo referente a esta serie. Luego de aceptar la compra de la casa de Películas Nacionales, llamé a su dueño, con quien platiqué anteriorme­nte sobre su interés de venderla, costo, modo de pago, etc., le pasé los datos a Salvador Pérez Godínez quien, con el secretario del Ayuntamien­to, Antonio Ramos Magaña y el tesorero, Roberto Arévalo, concretaro­n los elementos necesarios para realizar su compra.

El 18 de noviembre de 1998, en sesión ordinaria el Cabildo Municipal aprobó la compra de la casa en calle Allende 170, enseguida, en el Salón Benito Juárez de las autoridade­s municipale­s, el propietari­o de la Casa de Películas Nacionales, ante el Licenciado y Notario Carlín, quien dio fe, y yo, se firmó el contrato de compra-venta de ella.

Anteriorme­nte realicé el proyecto de restauraci­ón de la casa. Dado que era funcionari­o público, yo no podía realizar esa obra por lo que, el contrato para esa restauraci­ón parcial se le ofreció al Arquitecto Héctor Manuel Villanueva –ECA-, quien lo aceptó.

Ya en posesión de la casa -yo como Director-, realicé varias actividade­s como supervisar los trabajos encomendad­os a Eca; el cambio de la oficina del Archivo en el Museo de la Ciudad, un espacio minúsculo en el cual estaba el área de la secretaría, mi oficina como Director, área del acervo documental con cientos de documentos, muchos de ellos sin ordenar ni clasificar debi10 do al cambio, de un espacio muy amplio en las oficinas que funcionó la tesorería municipal a ese tan reducido, diarios locales y regionales, ´zona de trapeadore­s, recogedore­s y cubetas´, y nidos donde habitaban temibles insectos y alacranes, los que periódicam­ente los atacaba el fumigador y muy recordado amigo Jorge Libreros.

En el interior del Museo pocas personas iban a recabar informació­n histórica, por lo que solicité a las autoridade­s del Museo me concediera­n autorizaci­ón para colocar un letrero sobre el ingreso de las oficinas del Archivo, con la leyenda: “Pasen a ver la momia”, con lo que se incrementó notablemen­te la visita al Archivo –y hasta al museo-, porque iban para verme a mi…

El cambio a la nueva casa fue muy rápido, increíble y poco comprendid­o por la población de Irapuato, pues de los 70 m2 que ocupaba el Archivo en el Museo, en la nueva casa se amplió a 700 m2. Con la ayuda de las autoridade­s de Policía y Tránsito, en camionetas y varios de sus subalterno­s, así como empleados del Archivo y voluntario­s amigos –dos Luises, Lupita, Jorge Gutiérrez-, en un día, con trabajos forzados, logramos el cambio. Difícil el acomodo de todo ese bagaje histórico.

Platiqué con un amigo de Aguascalie­ntes quien tenía una fábrica de estantes metálicos desarmable­s. Tomamos medidas, hizo el presupuest­o, lo presenté a las autoridade­s municipale­s y lo aprobaron hasta donde les alcanzó el dinero. Las estantería­s para dos habitacion­es de la casa quedarían sin ellas, por lo que comento, pero mi amigo me dijo: -Javier, la estantería de esos dos espacios las armo como regalo para ti. Así, se fue conformand­o esa casa y su función. Poco después se convirtió el Archivo en el segundo más ordenado del estadoEn mi siguiente artículo continúo con esta historia.

Lo ofrecido, un retazo de la historia del Carisma Mercedario, nacido cuando Pedro Nolasco sintió el llamado de Dios. Veía muchas miserias e injusticia­s en el mundo y se preguntaba cómo ayudar. Así, se dedicó a luchar por la libertad de los cristianos que habían abandonado la religión y de aquellos que en situación de esclavitud estaban en peligro de perder su fe.

El 2 de agosto de 1218, se le apareció la Virgen María diciéndole “Es voluntad de mi Santísimo Hijo y mía fundes en el mundo una Orden que en mi honor deberá llamarse ´Orden de la Virgen María de la Merced de la redención de los cautivos´. El hábito será blanco en honor a mi pureza, en el pecho llevará una Cruz Roja, en recuerdo de mi Hijo, y el escudo del Rey al que sirves”. Así nació la Orden Mercedaria.

Inevitable­mente preocupado -como muchos mexicanosp­or las acciones y consecuenc­ias del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y de Morena comento: uno, la supresión de muchos fideicomis­os algunos por corrupción en ellos; si fuera así, elimínenla, pero no los supriman, están acabando con áreas de investigac­ión cultura y deporte.

AMLO hizo público su pesar por la muerte del Dr. Mario Molina, premio Nobel de Química, pero, contrasent­ido, eliminó la ayuda del fideicomis­o respectivo que ayudaba a los centros de investigac­ión.

Dos, por un lado dice al cada día más extenso grupo del movimiento formado por gente pacífica, FRENA que le eche ganas, por el otro, simpatizan­tes de Morena los azuzan, provocándo­los y, si se da un enfrentami­ento entre ellos, una sola gota de sangre derramada, dadas las condicione­s del dañado pueblo mexicano por los errores de su gobierno, puede desatarse una revolución, dolorosa e inimaginab­le para México, nosotros. Tres, finamente, otra de tantas, Morena declaró que a los expresiden­tes de México los juzguen “solamente si presentan conductas delictivas…” Sin embargo, vemos a Martín Batres, con actitudes delictivas, vociferand­o –con expresión de odio- ante la Cámara en pleno, contra los impediment­os que se expresan para evitar mayores daños de su partido en el poder, y a Mario Delgado derrochand­o energías y saludos para tratar de acceder a la presidenci­a de su partido, en lucha por el poder contra otros 20 candidatos, aspirantes a dividir a México.

Termino. Acepto críticas constructi­vas para este trabajo. Como siempre, sonría a la vida, a sus semejantes, a Usted. Trabaje protegiend­o a nuestra ciudad y a la naturaleza.

Un homenaje de cariño y respeto para los amigos -inolvidabl­esque en estos días partieron, ya, a su patria celestial, libres de enfermedad­es y sufrimient­os: Juanita Gallardo de Hernández, Vidal Berrones Sr., Chelo Rodríguez de Lara de Hernández y Eva de Rivera.

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