Los siete saberes necesarios para la educación del futuro
¡Saludos previsores! El tiempo nos está ganando. Sin embargo, todavía estamos a tiempo de ganarle la delantera, de recuperar el tiempo perdido. Así como hay investigadores e instituciones que ponen sus inteligencias al servicio de los poderosos para enriquecerse sin límites deteriorando nuestra casa común que es el planeta tierra, también hay pensadores sociales que nos están alertando que estamos recorriendo un camino equivocado- La UNESCO, institución patrocinada por la ONU le pidió a Edgar Morín “Que elaborara un documento como contribución a la reflexión internacional sobre cómo educar para un futuro sostenible”. Este documento fue entregado y registrado en 1999. Se difundió en diferentes idiomas. El documento está circulando con el nombre de
“Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”. No son simples conocimientos sino conceptos que deben convertirse en hábitos y que cada uno de ellos debe estarse practicando. Hace unos cuantos años, un líder social universal y religioso escribió una carta dirigida a toda la humanidad que actualmente estamos viviendo, para indicarnos que no estamos viviendo adecuadamente. Esa carta fue emitida desde el Vaticano y es conocida como una encíclica que lleva el nombre de Laudato, Sí. Ese mismo líder hace unos días firmó en Asís otra carta dirigida nuevamente a la humanidad, insistiendo en que hemos descuidado nuestras relaciones sociales y que no hemos comprendido que debemos aprender la importancia de la identidad terrenal que es uno de los saberes para la educación del futuro. Antes del desarrollo del capítulo que habla de este tema hay dos menciones de dos sabios que dicen lo siguiente: “Sólo el sabio mantiene el todo en la mente, jamás olvida el mundo, piensa y actúa con relación al cosmos”, GROETHUYSEN. Y el otro dice: “Por primera vez, el hombre está comprendiendo realmente que es un habitante del planeta, y tal vez piensa y actúa de una nueva manera no sólo como individuo, familia o género, Estado o Grupo de Estados, sino también como un ser planetario”, VERNADSKI. El capítulo se llama Enseñar (y aprender y practicar) la identidad terrenal. Los temas que trata son: “Qué es la era planetaria; los legados que nos dejó el Siglo XX: La herencia de la muerte, las armas nucleares, los nuevos peligros, la muerte de la modernidad y finalmente, la esperanza. Afortunadamente se están fortaleciendo cada año las contra corrientes que desafortunadamente nada más puedo enumerar y son: La ecológica, la cualitativa, la de la resistencia a la vida prosaica puramente utilitaria que solamente busca el amor libre, las pasiones, los festejos y las comodidades. También está la contra corriente de resistencia a la primicia del consumo estandarizado promoviendo la búsqueda de una frugalidad y de una templanza. Otra es la contra corriente, aún tímida, de la emancipación de la tiranía omnipresente del dinero, otra contra corriente, también tímida, se refiere al control de la violencia promoviendo la pacificación de las almas y de las mentes”. El libro debe ser de lectura obligada para todos los que atienden la educación (No la entrega de conocimientos), entendiendo que debemos adquirir nuevos hábitos y desechar todos los hábitos equivocados que han estado favoreciendo este desbarajuste universal que estamos padeciendo. Nos leeremos en la próxima. Pilón filosófico: “DADME UN PUNTO DE APOYO (LA EDUCACIÓN) Y MOVERÉ EL MUNDO Y A NUESTRO PLANETA QUE ES NUESTRA CASA COMÚN”.
Título: Los siete saberes necesarios para la educación del futuro
Director del proyecto: Edgar Morín
Editorial: Dower
Precio subsidiado: $110
Capturista: Mónica Caballero