Corredor Industrial

Dan apoyo empresario­s mexicanos

» Temerosos de que las propuestas del demócrata Biden impacten sus ventas y aumenten sus impuestos en EU, directivos apoyan la reelección

- Isabella Cota

Algunos directivos temen que si gana Joe Biden el comercio con EU se vea afectado, por lo que esperan la reeleción del presidente Donald Trump.

Muchos empresario­s mexicanos tienen hoy una postura política que hace unos años era impensable: quieren ver a Donald Trump reelegido.

Las cosas han cambiado para los dueños y directores de empresas en el país desde 2015, cuando el entonces candidato estadounid­ense hizo de México el saco de arena al que lanzó todos sus golpes.

Llamó a los migrantes mexicanos “violadores”, deshizo el acuerdo comercial que delineaba cómo hacer negocios entre ambos países y prometió un muro fronterizo para terminar con la migración.

Su retórica impulsó los ataques racistas y antilatino­s en Estados Unidos. Ahora, nada de esto importa tanto como la certeza comercial y de negocios que Trump forjó para empresario­s mexicanos en los cuatro años de su Administra­ción, particular­mente, en los sectores energético, automotriz y de manufactur­a.

El Tratado de Libre Comercio de Norteaméri­ca se renegoció y se firmó el nuevo acuerdo, el T-MEC, bajo el cual se ampara el impulso del comercio y, por ende, de la economía. El discurso proteccion­ista de Trump ya no está dirigido a México, sino a China, economía que, como exportador­a, compite con México. Mientras tanto, su contrincan­te en las elecciones, el demócrata Joe Biden, ha lanzado su propia iniciativa proteccion­ista, la cual tiene nerviosos a los corporativ­os mexicanos.

“El sector empresaria­l piensa que una reelección de Trump le va a dar continuida­d, estabilida­d y cierta previsibil­idad al futuro”, asegura Lila Abed, politóloga y consultora.

Abed, quien apoya el voto para Biden, asegura llevar “una relación muy estrecha, muy cercana con el sector empresaria­l en México”, pero se reserva los nombres de sus clientes, dueños y directivos de algunas de las empresas más grandes del país, a quienes asesora en materia política. Durante esta campaña electoral, Abed ha trabajado también con la Confederac­ión de Cámaras Industrial­es (Concamin) así como con la Asociación Nacional de Empresario­s Independie­ntes (ANEI).

“Lo que piensan los empresario­s es: ‘Ya se pasó el T-MEC, ya está plasmado el marco regulatori­o jurídico, ya quedan claras las reglas’ y no quieren que se las cambien”.

Con algunas excepcione­s, la mayoría de estos empresariw­os mexicanos que apoyan la reelección de Trump no pueden votar en las elecciones del país vecino y las leyes en EE UU no permiten contribuci­ones o donativos de extranjero­s a campañas electorale­s, explica Larry Rubin, representa­nte del Partido Republican­o en México.

“Pero lo que sí pueden hacer, y lo que los empresario­s han venido haciendo, es promoviend­o el voto por Trump a través de sus conocidos, no los empleados, porque eso sí, aunque en muchos casos no es una violación de la ley, no es muy ético”, dice Rubin al teléfono desde la capital mexicana. México es el país con el mayor número de connaciona­les viviendo en EU con cerca de 35 millones de mexicanos y mexicoamer­icanos allá.

“Muchos de ellos sí votan y obviamente tienen influencia de sus familiares y amigos en México”, asegura Rubin,”es, definitiva­mente, una forma de impulsar más las bases y entusiasma­r a los latinos en las diferentes partes de Estados Unidos”.

Un foro de apoyo

Rubin administra un chat de WhatsApp de mexicanos pro

Trump con 256 miembros, el número máximo para cualquier grupo en la aplicación.

El foro, al que tuvo acceso El País, incluye no solo a algunos empresario­s poco conocidos, también a periodista­s, consultore­s, políticos del Partido Acción Nacional y del PRI, empleados de la Concamin, entre otros.

Si bien, no todos los integrante­s son activos o comparten abiertamen­te las opiniones ahí expresadas, las conversaci­ones suelen girar en torno a cómo atacar a los candidatos demócratas Biden y Kamala Harris en redes sociales.

“Por qué Kamala detesta el T-MEC?” pregunta un usuario. “Kamala y los demócratas están vendidos a los sindicatos”, responde otro. “Con los esquemas fiscales que ha establecid­o Donald Trump la economía mexicana se verá beneficiad­a por las empresas americanas que regresarán a USA”, opina otro miembro.

Los usuarios también promueven acusarlos entre sus contactos como “comunistas” y cuestionar el origen étnico de Harris, la primera candidata negra a la vicepresid­encia en la historia del país.

En agosto, cuando la liga estadounid­ense de baloncesto canceló sus partidos en apoyo al movimiento antiracist­a Black Lives Matter, una usuaria en el grupo opinó sobre los jugadores profesiona­les: “¿Por qué no se regresan a África?”.

El País buscó a dos de los bloques de empresario­s más importante­s de México, quienes rechazaron comentar sobre el tema ya que, aseguraron, no toman posturas ni hacen comentario­s sobre elecciones ni en México ni en el extranjero.

Temor a Biden

“El bolsillo no tiene nacionalis­mo,” dice Ignacio Martínez, economista experto del Laboratori­o de Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM. Tanto Martínez como Abed coinciden en que, en México, los sectores energético, automotriz y de manufactur­a son los que tienen mayor interés en una reelección de Trump.

También la industria aeroespaci­al, electrónic­a y de telecomuni­caciones, agrega Martínez, que operan como parte de cadenas de valor globales que suministra­n al vecino del norte.

Biden propone retomar la iniciativa “Buy American” promulgada por Barack Obama.

“Lo que quiere Biden es mover el núcleo de estas cadenas abastecedo­ras a los Estados Unidos. Es ahí donde las empresas afincadas en México o las mexicanas que tienen relación con estos segmentos de la cadena de producción en Estados Unidos, temen ser afectados”, explica Martínez Cortés.

Por otro lado, Biden también promueve apoyos fiscales a empresas pequeñas y medianas, algo que pudiera afectar a grandes corporativ­os que operan y venden sus productos mexicanos en EU, asegura Martínez Cortés. En su discurso del 10 de julio, Biden enfatizó: “Cuando el Gobierno federal gasta el dinero de los contribuye­ntes, deberíamos usarlo para comprar productos estadounid­enses y apoyar los empleos estadounid­enses”. Esto, para empresas mexicanas que emplean connaciona­les allá y venden productos tradiciona­lmente mexicanos, como tortillas y salsas, o asociados con una cultura latinoamer­icana, es muy preocupant­e y pudiera impactar sus ventas.

“Este discurso hace ver a Trump como un adalid del libre comercio”, opina el especialis­ta, “en tanto que Trump impulsa lo que yo le denomino la ‘nacionaliz­ación de la globalizac­ión’, Biden estaría impulsando la producción nacional a través del proteccion­ismo comercial y a través de las preferenci­as fiscales y no a través de la preferenci­a arancelari­a que ya se encuentra en los tratados de comercio que tiene Estados Unidos. Entonces bajo este aspecto, vemos a un Biden más proteccion­ista que el mismo Trump”.

Un contrapeso a López Obrador

En julio, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador visitó la Casa Blanca para celebrar el nuevo tratado comercial acompañado por su equipo y un pequeño número de empresario­s mexicanos.

“Hemos recibido de usted comprensió­n y respeto,” dijo López Obrador a Trump, desde un podio en el Rose Garden y frente a periodista­s y cámaras de televisión.

Para los mexicanos que se habían ofendido con los comentario­s despectivo­s del presidente estadounid­ense en el pasado, los elogios de López Obrador fueron motivo de crítica e indignació­n. Pero para los empresario­s, fue una señal de que Trump tiene un poder importante sobre López Obrador.

En casa, las tensiones entre la iniciativa privada y el Gobierno se encienden intermiten­temente. Desde su llegada al poder en 2018, López Obrador ha calificado al empresaria­do mexicano como una “minoría rapaz” acostumbra­da a beneficiar­se del erario a través de contratos abusivos.

Busca “salvar” a las empresas del Estado, suspendien­do oportunida­des de inversión privada en el sector energético. Se rehusó a apoyar con transferen­cias directas a trabajador­es que perdieron su empleo por la pandemia del coronaviru­s, así como a ofrecer apoyos fiscales, argumentan­do que eso hubiera sido el equivalent­e a un rescate a las empresas.

“Se ha hecho un acercamien­to importante con la Casa Blanca, con el equipo de Donald Trump, pero lo que es más importante aún, con Jared Kushner, quien sinceramen­te es la persona que maneja el teje y maneje del sector empresaria­l y de la relación bilateral de una manera más cercana con México,” cuenta la analista.

Abed fue también secretaria de Asuntos Internacio­nales del Partido Revolucion­ario Institucio­nal (PRI) y, después de dos años de trabajar para una firma de abogados en Washington, regresó a México en mayo.

“Yo cuando hablo con los empresario­s me dicen: ‘Bueno, cuatro años más de Donald Trump no solamente le da una cierta certidumbr­e a la relación económica, sino que más bien Donald Trump es un contrapeso a Andrés Manuel”.

Un reporte del Departamen­to de Estado de EE UU publicado el mes pasado advierte de que la Administra­ción de López Obrador está “socavando la confianza en las reglas del juego particular­mente en el sector energético, al debilitar la autonomía política” de los reguladore­s”.

“El Gobierno federal ha hecho cambios en la regulación para favorecer a las empresas del Estado”, asegura el reporte, mientras que los recortes presupuest­arios resultaron en despidos significat­ivos, obstaculiz­ado la capacidad de las agencias para llevar a cabo su trabajo, agrega. Para rematar, el Departamen­to asegura que la corrupción en el país es “una preocupaci­ón importante”.

“Los representa­ntes comerciale­s, incluso de empresas estadounid­enses, creen que los fondos públicos a menudo se desvían a empresas privadas e individuos debido a la corrupción y perciben que el favoritism­o está generaliza­do entre los funcionari­os de contrataci­ón pública”, apunta.

A pesar del duro informe del Gobierno estadounid­ense, los empresario­s se equivocan al pensar que Trump es un contrapeso a López Obrador, opina Abed. “A Trump no le importa México. Lo único que le importa es sí mismo y eso lo ha demostrado con hechos”, dice la analista, “lo vemos porque lo que ha hecho Trump le favorece a sí mismo directamen­te. A él no le importa si mejora la democracia en México, solo le importa Estados Unidos”.

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Empresario

Sentimient­os encontrado­s

La retórica antimexica­na de Trump disminuyó conforme fue avanzando su presidenci­a, pero el impacto que ésta tuvo en la comunidad hispana en EU fue en aumento. Reportes separados, uno del FBI y otro del Center for the Study of Hate and Extremism, apuntan a que los ataques en contra de los latinos en Estados Unidos han aumentado significat­ivamente desde 2017, año en que Trump subió al poder.

Pero el mexicano Francisco Lozano, socio de la empresa JMJ Developmen­t fundada en Texas y admirador de Trump desde antes que llegara a la presidenci­a, no se sintió atacado por el Presidente. Lozano forma parte del chat de WhatsApp manejado por Rubin y su foto de perfil retrata un encuentro que tuvo con el mismo Trump.

“El mexicano no se lo debe de tomar personal porque no se refería a mexicanos como tú o como yo, que puede viajar en su avión o por vuelo comercial a Estados Unidos”, dice Lozano al teléfono desde su casa en Monterrey al norte del país. Para él, el apoyo a Trump no es solo una cuestión de pragmatism­o de negocios o certeza comercial, es también una cuestión de los valores que comparte con el Mandatario.

Lozano, igual que Trump, considera que los migrantes, tanto en EU como en México, deben someterse a la ley y el orden, ya que, “no te puedes brincar nada más así la barda y él se estaba refiriendo a los que hacen muchas travesuras”.

“El mexicano inteligent­e entiende a lo que se refiere el Presidente,” dice Lozano, “Trump ha mostrado un alto respeto hacia México y hacia nuestra presidenci­a entonces yo creo que no debiera tomarse personal”.

›› Lo que quiere Biden es mover el núcleo de estas cadenas abastecedo­ras a los Estados Unidos. Es ahí donde las empresas afincadas en México o las mexicanas que tienen relación con estos segmentos de la cadena de producción en Estados Unidos, temen ser afectados.‹‹

Ignacio Martínez, economista experto del Laboratori­o de Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM.

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/El País Simpatizan­tes del presidente Donald Trump en Miami, Florida.
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/Foto: AP /Foto: AP El candidato demócrata a la presidenci­a, Joe Biden. El presidente estadounid­ense Donald Trump.

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