Se inspiran en Beethoven
Con su primera edición virtual, arranca la 48 edición del Festival Internacional Cervantino (FIC) que entre su programa del 14 al 18 octubre cuenta con una variedad de espectáculos de danza, teatro, música y ópera.
Una de las presentaciones que hoy se celebran es la de “Beethoven en la intimidad” un programa colaborativo de 10 piezas y conmemorativo al 250 aniversario del natalicio de este compositor alemán.
Cuauhtémoc Nájera, codirector artístico de la Compañía Nacional de Danza, contó que este proyecto nació hace más de un año, antes de comenzar la crisis de contagios de Covid-19, con la idea de hacerlo en un espacio físico y con público presente, aunque hay ideas que tienen relación a lo que se vive actualmente y que fundamentalmente es la música de Beethoven en espacios limitados.
“Cuando empezamos a tener la primeras pláticas sobre cómo hacer un homenaje a este fantástico compositor, pensamos que queríamos irnos sobre la música de formato pequeño de Beethoven, no las grandes sinfonías que todo mundo conoce, y pensar que, aunque estuviéramos en un teatro grande, que los espacios estuvieran delimitados, ya fuera por iluminación, escenografía, elementos imaginarios, pero todo en espacios pequeños”, platicó.
Cuando en mayo vieron que la situación de la contingencia no tenía claridad, decidieron hacer una primera prueba a la que llamaron “Ludwig en tu casa”, una primera versión con la mitad de las coreografías, las cuales presentaron como un evento aislado para seguir trabajando en el concepto y en la idea del compositor, así como explorar las posibilidades de los coreógrafos invitados para hacerlo desde sus casas a la distancia.
“El concepto del espacio limitado coincidía, si bien con el concepto original que hablaba del espacio, ahora este se iba a limitar donde estaban los bailarines, su propia sala, su comedor, una terraza, la calle, un lugar abandonado, cosas que no eran preparadas necesariamente por un escenógrafo sino por la imaginación de cada uno de los coreógrafos y bailarines”, comentó el Codirector artístico de la compañía.
Fue así que llegaron a la época del estreno en el FIC con la idea de hacerlo virtual y decidieron llamarlo “Ludwig en tu casa 2.0” pensando en la idea del internet y de las redes sociales, con 10 coreografías y la cuestión íntima que tiene que ver con la música y con el ser humano.
“A través de esta música de formato pequeño queríamos, no solamente que ésta pareciera que es para escuchar uno solo, sino en la intimidad propia de cada uno de los intérpretes, de tocar su corazón y a través de ellos tocar el de cada una de las personas que nos están viendo”, agregó.
Los retos que vivieron en este cambio de lo presencial a lo virtual fueron en varios sentidos, ya que el conceptual fue experimentado de diferente manera por cada artista, con su propia metodología, pero el imaginario lleva hacia algún lugar con el que quiere concluir, decir algo y el trabajo era no modificar ese objetivo, pero si las condiciones técnicas, físicas y emocionales que fueron totalmente diferentes.
“Los coreógrafos tuvieron que hacer su propio trabajo para ir modificando y llegar al mismo lugar, pero con diferentes herramientas. Luego vienen los retos que tienen que ver con la talacha y las herramientas del día a día porque no teníamos un salón de danza y la posibilidad de estar junto al intérprete y virtualmente decirle cómo moverse”, señaló.
Los elencos pensaron en bailarines que coincidieran en viviendas, que fueran roomies o por una razón no artística tuvieran una convivencia, un contacto natural, cuando normalmente eso no va a ser así, pero no se podía dejar de lado el cuidado de la salud de todos los coreógrafos e intérpretes.
“Creo que encontramos coincidencias maravillosas del por qué deciden vivir juntos y es porque hay emociones, razones e intereses compartidos que lo pueden explotar en el trabajo escénico”, dijo.
Esta presentación fue grabada y editada para ofrecer un concepto interesante a los espectadores, ya que el general se trabajó en conjunto, pero se realizó a distancia donde cada coreógrafo con los bailarines, en duetos, tríos, cuartetos y quintetos se graban con celulares, plataformas de videollamadas y hasta quienes usaron una producción de luces y camarógrafos.
“Hubo una cantidad de mezclas que poco tenían que ver con la idea original, es decir, vamos a hablar de lo mismo pero desde 10 puntos vista diferentes, vamos utilizar la música de un solo compositor, pero desde 10 puntos de vista diferentes con cosas que unen el criterio general y que se notó a la hora de grabar y editar”, finalizó.