Detener la aplanadora
os que vemos con preocupación las terribles ideas de la 4T y su enorme ritmo de destrucción institucional y operativa coincidimos en la importancia de que Morena pierda la mayoría en la Cámara de Diputados en 2021.
LPara poner aunque sea un diquecito a esta terrible combinación, porque como me dijo hace poco un alto dirigente empresarial: “Al paso que vamos, México perderá una generación entera”.
Cuando menos. Porque AMLO ha sido consistente.
Ha cumplido lo que prometió desde su discurso de toma de posesión: “Aplicaremos rápido, muy rápido, los cambios políticos y sociales para que si en el futuro nuestros adversarios nos vencen, les cueste mucho trabajo dar marcha atrás a lo que consigamos”.
Más claro ni el agua. Y lo ha repetido en todos sus “informes”. Literalmente. Hombre, peor aún: está acelerando el paso.
La primera oportunidad institucional para parar esta aplanadora está cerquita.
15 Gubernaturas, 15 Congresos estatales y Alcaldías en 15 estados. Y, sobre todo, los 300 diputados de elección directa del Congreso federal.
La tarea es monumental. Porque el favorito para las elecciones del 2021 es Morena. Y por mucho.
Tristemente, el modelo simplón de comunicación al “pueblo sabio” funciona. No importan rifas payasas, mentiras, crisis, inseguridad, consultas o insultos: la aprobación de AMLO sigue rondando el 50%.
Pero no sólo eso. Los miles de millones de pesos de dádivas son efectivos. Aparte, operan bajo una total oscuridad y discrecionalidad que las convertirán en una máquina electoral muuuy poderosa. Piensa en un PRI de los 70s, pero con esteroides.
Ganarle a Morena será entonces muy, pero muy difícil. Tomemos por ejemplo los 300 diputados de elección directa. Recientemente escuché a dos analistas políticos que han estudiado los números.
En números redondos el análisis va más o menos así:
* 100 distritos son de Morena. Y ahí no hay nada que hacer. “Ni el Papa Francisco le gana a Morena en Tabasco”, me explican.
* 50 son seguros para la oposición.
* En 50, Morena lleva ventaja, pero se podría competir.
* 100 estarían en juego.
En estos últimos 100 distritos es donde hay que meterle todos los kilos.
Y para hacerlo se requiere un trabajo ingenieril de partidos, IP y ciudadanía. Porque lo que le conviene a Morena es enfrentar a una oposición fragmentada. Si esto pasa, arrasarán.
Se requerirán entonces alianzas inteligentes y a la medida. O sea, distrito por distrito. La verdad, lograrlo no será nada fácil. No me queda claro que exista la voluntad o que alguien lo esté haciendo sistemáticamente. Ah, y la complejidad de las reglas para crear alianzas también estorba.
Aparte, los intereses de los partidos podrían no estar bien alineados con la de los ciudadanos que buscan detener la destrucción.
Y es que mientras un partido (por ejemplo, Movimiento Ciudadano) puede ganar aun si pierde la elección en prerrogativas y en posicionarse para la elección del 2024, esto no basta para México.
Como advierte otro empresario: “Parece que algunos partidos creen que lo importante es que ellos salgan a flote. Pero no entienden que si se hunde el barco se hunden todos los camarotes”.
Exacto.
Aparte de estas alianzas inteligentes en estos 100 distritos, habrá que elegir bien a los candidato(a)s a Gobernadores y Alcaldes. Porque esas elecciones siempre jalan a las votaciones por el Congreso.
Deben nombrarse candidatos carismáticos que tengan empatía con la base del electorado. Ahí donde está fuerte Morena. Como si esto no fuera poco, ojalá sean también candidato(a)s preparados.
Primero ganar la elección, pero luego gobernar o legislar bien.
Morena no se va a quedar con los brazos cruzados.
Triple contra sencillo que elegirán a candidatos populares bien posicionados. Por ejemplo, la ex priista Clara Luz Flores podría ir por Nuevo León y encabeza actualmente las encuestas.
Como se aprecia, está en chino el reto. No importa. México necesita parar esta aplanadora de ineptitud y destrucción. El objetivo es claro y la tarea será ardua.
Ojalá se logre la encomienda. Fallar sería terrible.
Posdata. Romo promete oootra vez a la IP amor y paz. Y luego, ¡dificultan importación de insumos! La neta, ven a la IP como enemigo. Terrible.
En pocas palabras... “Una victoria sin peligro es como un triunfo sin gloria”. Pierre Corneille, escritor francés.