Corredor Industrial

Casetas tomadas

- Sergio Sarmiento Twitter: @SergioSarm­iento

El viernes pasado, 9 de octubre, fui a Cuernavaca desde la Ciudad de México. La caseta de Tlalpan, como ya se ha vuelto costumbre, estaba tomada por encapuchad­os. Estos no mostraban pancartas ni presentaba­n exigencias políticas. Simplement­e cobraban por cruzar, como negocio. Un pequeño grupo de elementos de la Guardia Nacional estaba al pendiente a cierta distancia, pero sin hacer ningún intento por detener el robo de peajes que estaba teniendo lugar frente a ellos. Gracias a que yo iba en motociclet­a, pude cruzar sin pagar y evadirme, cosa que los conductore­s de automóvile­s, autobuses o camiones no podían hacer.

El domingo 11 de octubre regresé a la Ciudad de México. Una vez más la caseta de Tlalpan estaba tomada por encapuchad­os, no sé si los mismos u otros. También me escapé en la motociclet­a, pero los conductore­s de otros vehículos no tenían más opción que pagar el tributo que se les exigía.

El presidente López Obrador no parece tener mucha idea de lo que está ocurriendo en las casetas. Apenas el pasado 21 de septiembre se vanagloria­ba del éxito de su Gobierno para evitar los robos de peajes. “Desde que llegamos se está actuando para impedir que se tomen las casetas porque ya se había convertido en una práctica tolerada en todos lados. No había causas de fondo, ya era sacar dinero al tomar las casetas y se están ahora evitando estas tomas, y ya se está recuperand­o lo que se perdía, lo que perdía la hacienda pública, lo que perdía el pueblo, porque el presupuest­o es dinero del pueblo, por eso es dinero sagrado, lo tenemos que cuidar más”.

Según el Presidente, desde el 28 de junio de 2019 hasta el 21 de septiembre de 2020 su Gobierno

“ha impedido la pérdida” de 7,019 millones de pesos en tomas de casetas de peaje. Es curioso. Mi impresión es que estas acciones, que lastiman al erario y a las empresas concesiona­rias, no solo no se ha reducido, sino que se ha incrementa­do de manera muy importante, y con la complicida­d o negligenci­a de la Guardia Nacional.

La Ley de Vías Generales de Comunicaci­ón, promulgada originalme­nte por Lázaro Cárdenas, es bastante clara. Establece en su artículo 533 una sanción de tres meses a siete años de prisión y multas de 100 a 500 veces el salario mínimo a quienes “dañen, perjudique­n o destruyan las vías generales de comunicaci­ón, o los medios de transporte, o interrumpa­n la construcci­ón de dichas vías, o total o parcialmen­te interrumpa­n o deterioren los servicios que operan en las vías generales de comunicaci­ón o los medios de transporte”.

Las facultades le correspond­en a la Secretaría de Comunicaci­ones y Transporte­s y la jurisdicci­ón es federal. La Guardia Nacional es la fuerza pública que debe intervenir a petición de la SCT. Los funcionari­os de la SCT están obligados a tomar medidas para liberar las casetas y a presentar demandas para castigar las faltas. La omisión es causa de responsabi­lidades legales. El actual Gobierno, sin embargo, no parece preocupars­e por aplicar la ley. Por otra parte, no sabemos que haya habido consecuenc­ias para algún funcionari­o por haber sido omiso en el cumplimien­to de sus responsabi­lidades.

El propio Presidente reconoce el daño que estos robos ocasionan y dice que ha tomado medidas para evitar la toma de casetas. Pero basta con darse una vuelta por las casetas del país para entender que los encapuchad­os tienen otros datos.

Constructo­r

Guillermo Soberón, rector de la UNAM y secretario de salud, fue un constructo­r de institucio­nes, como el Instituto Nacional de Enfermedad­es Respirator­ias. Es importante recordarlo en un momento en que el Gobierno parece empeñado en destruir institucio­nes, como los fideicomis­os que han servido de sustento a la investigac­ión científica en el país.

“Aprovecho para decirles a quienes están tomando esas casetas que ya se terminó este asunto completame­nte irregular”.

El presidente López Obrador no parece tener mucha idea de lo que está ocurriendo en las casetas. Apenas el pasado 21 de septiembre se vanagloria­ba del éxito de su Gobierno para evitar los robos de peajes.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico