Toca filarmónica en la calle
Con las salas de concierto cerradas por la pandemia del coronavirus, la mejor sala de conciertos que podía esperar una violinista era una vereda en el Bronx. Fiona Simon afinó su instrumento mientras se preparaba para una de sus únicas actuaciones con público con la Filarmónica de Nueva York en varios meses. El entorno era muy diferente de la casa habitual de la orquesta, el Centro Lincoln de Manhattan. Simon dijo que el concierto no anunciado -uno de los varios que ha ofrecido la orquesta en la ciudad este otoño- cubre una necesidad que ha tenido desde la suspensión de actuaciones en interior en marzo, que privó a los músicos no solo de ingresos, sino también de la sensación de tener un propósito.
“No eres un músico completo si sólo tocas para ti”, dijo Simon.